WASHINGTON (Reuters) - Un hombre armado de 34 años abrió fuego el lunes en una base naval en Washington y mató a 13 personas, en unas instalaciones militares con gran actividad situadas no muy lejos del Capitolio y la Casa Blanca, dijeron las autoridades.
El sospechoso, identificado por el FBI como Aaron Alexis de Fort Worth, Texas, estaba entre los muertos y las autoridades dijeron que estaban buscando a otro posible hombre armado ataviado con ropa de estilo militar.
Previamente las autoridades dijeron que estaban buscando a dos individuos, pero luego la policía determinó que uno no era sospechoso del tiroteo, que comenzó hacia las 1230 GMT.
El alcalde de Washington D.C. dijo que 13 personas murieron y una decena o más resultaron heridas en el tiroteo que se produjo en el cuartel general del Mando de Sistemas Navales Marinos, uno de los cinco edificios en los que civiles, militares y contratistas construyen y realizan tareas de mantenimiento a buques y submarinos de la Armada.
Unas 3.000 personas trabajan en el lugar.
"Por el momento no tenemos indicios del motivo", dijo la jefa de la policía de Washington D.C. Cathy Lanier.
Patricia Ward, que trabaja en la base naval, dijo haber escuchado tres disparos, una pausa y luego otros cuatro más.
"Todo el mundo estaba en pánico tratando de decidir por qué lado salir", indicó.
Los guardias de seguridad dijeron a la gente: "Corred, corred, corred", comentó Ward a periodistas.
Contactado por teléfono, el padre de Aaron Alexis, Algermon Alexis, parecía conmocionado por la noticia de que su hijo pudo tener alguna relación.
"Esto es una conmoción absoluta", dijo, y luego preguntó al periodista de Reuters cómo podía ponerse en contacto con las autoridades que llevan la investigación. Dijo que su hijo era un exmilitar y que ahora estudiaba mientras tenía un trabajo relacionado con la informática para una empresa privada.
OTRO TIROTEO MÚLTIPLE
El presidente, Barack Obama, fue informado del tiroteo y luego habló al respecto al inicio de un discurso sobre la economía de EEUU.
"Estamos afrontando otro tiroteo importante y hoy pasó en otra instalación militar en la capital de nuestra nación", dijo el presidente Barack Obama, que prometió introducir medidas "sensibles" de control de armas tras la muerte de 20 niños y seis adultos en un tiroteo en una escuela de primaria en Connecticut en diciembre.
"Ellos conocen los peligros de servir en otros países, pero hoy afrontan la violencia inimaginable que no esperaban en casa", agregó Obama.
El tiroteo se produjo en el centro militar menos de tres semanas después de que el psiquiatra del Ejército de Estados Unidos mayor Nidal Hasan fue sentenciado a muerte por matar a 13 personas en Fort Hood, en Texas, donde abatió a tiros a soldados desarmados en lo que posteriormente calificó como una represalia por las guerras de Estados Unidos en países musulmanes.
Entre los heridos figuraba un oficial de policía del distrito de Columbia, quien se encontraba estable durante una intervención quirúrgica, y otro agente de la ley, informaron las autoridades.
El Washington Hospital Center dijo que estaba tratando a tres víctimas de disparos que se encontraban en estado grave y que esperaba que llegaran más, pero que no tenía claro cuántos.
"Tuvimos varios tipos más que resultaron heridos, pero ninguno mortalmente", dijo Lanier.
En la Universidad George Washington, un hombre de unos 60 años murió por una herida de bala en la cabeza, dijo Babak Sarani, jefe de cirugía de trauma.
FALLO DE SEGURIDAD
El tiroteo reveló un fallo de seguridad potencialmente grave.
El lugar donde se produjo el suceso requiere dos placas de identificación independientes, una para llegar a la base y otra para acceder al edificio, según una fuente que trabaja en la base de la Armada y que pidió anonimato.
El personal militar habitualmente tiene prohibido llevar armas en instalaciones militares pero no se suele comprobar de forma rutinaria si la mayor parte de personas con acreditación adecuada llevan armas.
"Será interesante ver conforme esto avance quién es el tirador y cómo entró", dijo el comandante de la Armada Tim Jirus, que estuvo encargado de evacuar el edificio. "Ahora mismo mucha gente se está preguntando sobre la seguridad del edificio o lo seguro que es el entorno de la oficina".
"Simplemente quieres saber por qué", dijo David Reyes, un sargento destinado en la base Andrews de la Fuerza Aérea que acudió a las instalaciones de la Armada cuando recibió un mensaje de su mujer, que trabaja allí.
Decenas de vehículos policiales y de emergencias rodearon el complejo en la zona sudoriental de Washington, a unos 1,6 kilómetros al sur del capitolio y a cinco kilómetros de la Casa Blanca.
La Administración Federal de Aviación informó que había suspendido brevemente los despegues de aviones en el Aeropuerto Nacional Reagan. Las Escuelas Públicas del Distrito de Columbia pusieron a seis escuelas y a un edificio administrativo en cierre como medida de precaución.
El sospechoso, identificado por el FBI como Aaron Alexis de Fort Worth, Texas, estaba entre los muertos y las autoridades dijeron que estaban buscando a otro posible hombre armado ataviado con ropa de estilo militar.
Previamente las autoridades dijeron que estaban buscando a dos individuos, pero luego la policía determinó que uno no era sospechoso del tiroteo, que comenzó hacia las 1230 GMT.
El alcalde de Washington D.C. dijo que 13 personas murieron y una decena o más resultaron heridas en el tiroteo que se produjo en el cuartel general del Mando de Sistemas Navales Marinos, uno de los cinco edificios en los que civiles, militares y contratistas construyen y realizan tareas de mantenimiento a buques y submarinos de la Armada.
Unas 3.000 personas trabajan en el lugar.
"Por el momento no tenemos indicios del motivo", dijo la jefa de la policía de Washington D.C. Cathy Lanier.
Patricia Ward, que trabaja en la base naval, dijo haber escuchado tres disparos, una pausa y luego otros cuatro más.
"Todo el mundo estaba en pánico tratando de decidir por qué lado salir", indicó.
Los guardias de seguridad dijeron a la gente: "Corred, corred, corred", comentó Ward a periodistas.
Contactado por teléfono, el padre de Aaron Alexis, Algermon Alexis, parecía conmocionado por la noticia de que su hijo pudo tener alguna relación.
"Esto es una conmoción absoluta", dijo, y luego preguntó al periodista de Reuters cómo podía ponerse en contacto con las autoridades que llevan la investigación. Dijo que su hijo era un exmilitar y que ahora estudiaba mientras tenía un trabajo relacionado con la informática para una empresa privada.
OTRO TIROTEO MÚLTIPLE
El presidente, Barack Obama, fue informado del tiroteo y luego habló al respecto al inicio de un discurso sobre la economía de EEUU.
"Estamos afrontando otro tiroteo importante y hoy pasó en otra instalación militar en la capital de nuestra nación", dijo el presidente Barack Obama, que prometió introducir medidas "sensibles" de control de armas tras la muerte de 20 niños y seis adultos en un tiroteo en una escuela de primaria en Connecticut en diciembre.
"Ellos conocen los peligros de servir en otros países, pero hoy afrontan la violencia inimaginable que no esperaban en casa", agregó Obama.
El tiroteo se produjo en el centro militar menos de tres semanas después de que el psiquiatra del Ejército de Estados Unidos mayor Nidal Hasan fue sentenciado a muerte por matar a 13 personas en Fort Hood, en Texas, donde abatió a tiros a soldados desarmados en lo que posteriormente calificó como una represalia por las guerras de Estados Unidos en países musulmanes.
Entre los heridos figuraba un oficial de policía del distrito de Columbia, quien se encontraba estable durante una intervención quirúrgica, y otro agente de la ley, informaron las autoridades.
El Washington Hospital Center dijo que estaba tratando a tres víctimas de disparos que se encontraban en estado grave y que esperaba que llegaran más, pero que no tenía claro cuántos.
"Tuvimos varios tipos más que resultaron heridos, pero ninguno mortalmente", dijo Lanier.
En la Universidad George Washington, un hombre de unos 60 años murió por una herida de bala en la cabeza, dijo Babak Sarani, jefe de cirugía de trauma.
FALLO DE SEGURIDAD
El tiroteo reveló un fallo de seguridad potencialmente grave.
El lugar donde se produjo el suceso requiere dos placas de identificación independientes, una para llegar a la base y otra para acceder al edificio, según una fuente que trabaja en la base de la Armada y que pidió anonimato.
El personal militar habitualmente tiene prohibido llevar armas en instalaciones militares pero no se suele comprobar de forma rutinaria si la mayor parte de personas con acreditación adecuada llevan armas.
"Será interesante ver conforme esto avance quién es el tirador y cómo entró", dijo el comandante de la Armada Tim Jirus, que estuvo encargado de evacuar el edificio. "Ahora mismo mucha gente se está preguntando sobre la seguridad del edificio o lo seguro que es el entorno de la oficina".
"Simplemente quieres saber por qué", dijo David Reyes, un sargento destinado en la base Andrews de la Fuerza Aérea que acudió a las instalaciones de la Armada cuando recibió un mensaje de su mujer, que trabaja allí.
Decenas de vehículos policiales y de emergencias rodearon el complejo en la zona sudoriental de Washington, a unos 1,6 kilómetros al sur del capitolio y a cinco kilómetros de la Casa Blanca.
La Administración Federal de Aviación informó que había suspendido brevemente los despegues de aviones en el Aeropuerto Nacional Reagan. Las Escuelas Públicas del Distrito de Columbia pusieron a seis escuelas y a un edificio administrativo en cierre como medida de precaución.
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