WASHINGTON (Reuters) - Los árabes están dentro. Turquía está a las puertas. Reino Unido, aún resabiado de la anterior guerra de Irak, se muestra cauto a la hora de aumentar su participación. Incluso Grecia quiere ayudar, si alguien le dice cómo.
Dos semanas después de anunciar planes para formar una "amplia coalición" contra el Estado Islámico, las esperanzas del presidente Barack Obama para lograr apoyo internacional a las acciones en Irak y Siria empiezan a consolidarse.