MADRID (Reuters) - Los presidentes de los gobiernos español, Mariano Rajoy, y catalán, Artur Mas, rompieron el miércoles un desencuentro de más de un año, aunque no lograron puntos de acuerdo sobre el referéndum de autodeterminación que pretende celebrar el dirigente nacionalista el próximo noviembre.
"Mi mensaje es el mismo que un año atrás, estamos absolutamente decididos a sacar adelante la consulta", dijo Mas tras reunirse con Rajoy en el Palacio de la Moncloa durante dos horas y media.
"(Rajoy) me ha reiterado que la consulta no se puede hacer porque según el Estado es ilegal (..) no hay propuesta alternativa por su parte más allá de recordarnos que esta consulta es ilegal", agregó el líder nacionalista en una comparecencia en el Centro Cultural Blanquerna en Madrid, considerado la sede de la Generalitat de Cataluña en la capital española.
El sentimiento independentista ha ido en aumento en Cataluña, una región con amplia autonomía y uno de los motores de la economía española, avivado por un contexto de crisis en el que buena parte de sus ciudadanos sienten que aportan al Estado español más de lo que reciben de él.
En un comunicado en el que no se menciona la consulta, el Gobierno central dijo que había advertido a Mas de los riesgos que la inestabilidad política podría tener para la incipiente mejora de la economía, que está siendo "particularmente intensa en Cataluña".
Tras la anticipada negativa de Rajoy al referéndum, es previsible que el Parlamento catalán apruebe una ley de consultas que el Gobierno español intentará frenar en el Tribunal Constitucional, dándose por hecho que el referéndum no se celebrará el próximo 9 de noviembre.
"Si el Estado decide entorpecer del todo la consulta, entraremos en una fase distinta", dijo Mas, sin confirmar si convocará unas elecciones plebiscitarias, como había afirmado con anterioridad.
Una independencia de Cataluña afronta numerosas complicaciones legales, empezando por la Constitución española, que establece la "indisoluble unidad" de España en su artículo segundo.
Preguntado sobre una posible tercera vía que incluya una futura reforma constitucional que dé más autonomía a las comunidades autónomas, Mas dijo: "Si la propone el Estado, la estudiaremos".
UNA BATERÍA DE PROPUESTAS
El dirigente nacionalista acudió a la reunión con 23 temas aparte del de la consulta, sobre áreas que van desde economía y finanzas públicas a inversiones en infraestructuras o la situación de servicios sociales como sanidad y educación.
"He venido a proponer, no a quejarme, vengo con ganas de resolver problemas", apuntó Mas, afirmando que Rajoy se había comprometido a estudiar sus propuestas.
El Gobierno del Partido Popular recordó en su nota las medidas que había puesto en marcha para garantizar la financiación de las comunidades y se mostró convencido de que la reforma fiscal y otras futuras propuestas del Ejecutivo contribuirían al crecimiento de la economía y el empleo en Cataluña.
Las relaciones entre Rajoy y Mas se enconaron hace dos años cuando, tras la negativa de Madrid a negociar un pacto fiscal para una de las regiones más ricas de España, el dirigente catalán planteó un referéndum con cuya celebración están de acuerdo un 80 por ciento de los ciudadanos de Cataluña, según los sondeos.
El presidente catalán dijo el miércoles que el pacto fiscal como concepto "estaba superado, aunque no olvidado", pero que había insistido al presidente del Gobierno que Cataluña no podía seguir aplicando los recortes exigidos por el Estado central para reducir el déficit.
"No son cumplibles si queremos mantener los niveles de sanidad, educación y servicios sociales", dijo Mas.
"PUJOL NO ME DA LA FUERZA"
Mas llegó a Moncloa en una situación delicada para su partido después de que el histórico dirigente de CiU y su mentor político, Jordi Pujol, renunciara la víspera a todos sus cargos y pensiones vitalicias tras reconocer que tuvo dinero en paraísos fiscales durante más de 30 años.
"A mí la debilidad o la fuerza no me la da el señor Pujol, me la da el pueblo de Cataluña (..) El señor Pujol es mucho, pero no lo es todo", dijo Mas en la rueda de prensa, que fue interrumpida brevemente al comienzo por los gritos de "Visca Espanya" por parte de un joven.
El presidente catalán dijo que cualquier caso de corrupción tiene un coste electoral, pero que se sentía respaldado por una ciudadanía que, según las encuestas, dará un nuevo empujón en las urnas a los independentistas de Esquerra Repúblicana de Catalunya en las elecciones locales de la próxima primavera.
Después de vivir una manifestación multitudinaria durante los últimos dos años con ocasión de la celebración del día nacional de Cataluña (la Diada), los organizadores buscan reclamar el derecho a la consulta formando una cadena humana en forma de V (votar, victoria, voluntad) entre las kilométricas avenidas Diagonal y Gran Vía en la capital catalana.
"Verán ustedes un 11 de septiembre espectacular, verán la fuerza de los ciudadanos de Cataluña", dijo Mas.
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