RAJOY DICE QUE SE REUNIRÁ CON MÁS PERO NO CAMBIARÁ SU POSTURA

MADRID (Reuters)12-07-2014 - El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confirmó el sábado que hablará con el jefe del Ejecutivo catalán, Artur Mas, pero dijo que su postura contra la celebración de una consulta independentista en Cataluña no cambiará.

"Vamos a hablar, pero no voy a hacer aquello que ni puedo ni debo hacer", dijo Rajoy.

"Sé que hay un problema y sé que hay que afrontar el problema, pero las cosas se piensan bien antes de hacerse", agregó durante una intervención en la clausura de la escuela de verano del Partido Popular, en la localidad madrileña de El Escorial.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció el viernes que ambos líderes habían acordado reunirse después de haber mantenido una conversación telefónica "cordial" ese mismo día.

"El señor Mas quiere tener una reunión y voy a tener una reunión con el presidente de la Generalitat", agregó Rajoy, que no dio más detalles sobre el encuentro.

Mas insiste en celebrar el próximo 9 de noviembre una consulta no vinculante que dé a los catalanes la voz sobre si quieren independizarse de España, pero esa iniciativa se ha topado con la negativa de Madrid.

La posición del Ejecutivo y de las Cámaras, expresada en una votación el 8 de abril, es que la consulta no puede llevarse a cabo porque va contra la Constitución, que señala que la soberanía corresponde a todo el pueblo español.

"Lo que sea España no lo podemos decidir el señor Mas y yo en una conversación. Lo que sea España sólo lo pueden decidir el conjunto de los españoles. Eso es lo que haría cualquier presidente", sostuvo Rajoy.

Cataluña, que supone alrededor de una quinta parte del Producto Interior Bruto y el 16 por ciento de la población española, se ha convertido en un dolor de cabeza para el Gobierno central, que está tratando de reducir unas cifras enormes de paro y las consecuencias de una larga recesión.

Si la convocatoria de noviembre es bloqueada, Mas afirma que convocará unas elecciones que en la práctica se considerarían una votación plebiscitaria sobre la independencia.

Los sondeos muestran que alrededor de la mitad de los catalanes apoyan la independencia, mientras que un 80 por ciento es partidario de al menos poder votar sobre ello.