BRUSELAS (Reuters) - La Comisión Europea anunciará más ayudas a los productores de frutas y verduras de la Unión Europea a principios de la semana que viene para intentar evitar un hundimiento de los precios después de la prohibición de Rusia a la mayoría de las importaciones occidentales de productos alimentarios.
Analistas dicen que Rusia podría estar perjudicándose a sí misma puesto que impulsará los precios de los alimentos al alza y alimentará la inflación, pero los agricultores europeos temen que una avalancha de fruta fresca y otros productos recorte fuertemente los precios que pueden cobrar.
La Comisión Europea ya ha anunciado un apoyo financiero a los productores de melocotones y nectarinas, incrementando la cantidad de producción excedente que puede ser retirada del mercado y distribuida gratuitamente, al tiempo que compensa a los productores económicamente.
Bruselas dijo que planea pasos similares para ayudar a los productores de tomates, pepinos, pimientos y setas, entre otros productos.
"Tan pronto como la semana que viene, presentaré la próxima medida de estabilización del mercado, dirigida a una serie de frutas y verduras perecederas que ahora están pasando claras dificultades", dijo el comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, en un comunicado después de la reunión de emergencia de expertos en agricultura. "Estoy preparado para proponer medidas más amplias de la UE mientras y cuando sean necesarias".
Tras la reforma de la Política Agrícola Común, completada en 2013, la Unión tiene un fondo de emergencia de unos 420 millones de euros para compensar a los productores en caso de distorsiones repentinas del mercado.
En total, las exportaciones de productos agrícolas europeos a Rusia supone alrededor de 11.000 millones de euros anuales, alrededor del 10 por ciento de todas las ventas agrícolas de la UE.
DAÑOS DESIGUALES
Para algunos países, las repercusiones son más graves que para otros. Polonia pierde a su mayor comprador de manzanas, mientras que Francia, el principal productor agrícola de la Unión, teme que las miles de manzanas polacas que Rusia no importe acaben tirando los precios de los productos franceses.
Bruselas afirma que el sector ya sufría un hundimiento de los precios antes de la prohibición rusa, aunque el embargo ha empeorado su situación y confirmado la necesidad de actuar.
El ministro francés de Agricultura, Stéphane Le Foll, dijo que Francia está entre los países que han pedido una rápida imposición de medidas para reducir la oferta.
Otras opciones son mejorar las estrategias de publicidad a nivel nacional y en mercados nuevos.
Esta misma semana, responsables comunitarios que hablaron a condición de no ser identificados dijeron que una posibilidad es mantener conversaciones para disuadir a suministradores alternativos de que vengan a Rusia los alimentos que Moscú ya no va a recibir de países europeos y occidentales.
Una opción podría ser llevar el caso a la Organización Mundial del Comercio, aunque los abogados de Bruselas han dicho que podría ser un error cuando la principal preocupación de la UE en desactivar la crisis de Ucrania.
Los ministros de Agricultura esperar revisar la situación más adelante en una reunión extraordinaria a principios de septiembre, como continuación de la mantenida el jueves por los expertos en agricultura que representaban a los 28 estados miembros.
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