"Habrá un formato de tarjeta individual igual para todos los españoles, una tarjeta única que se podrá utilizar en todo el territorio nacional", explicó la ministra.
En su comparecencia en la comisión de Sanidad, la titular del ramo dijo estar "prudente y moderadamente satisfecha" con los resultados de la reforma sanitaria, que entre otros puntos ha supuesto un ahorro farmacéutico de 2.125 millones de euros y una facturación de 149 millones de recetas menos.
Aún así, admitió la necesidad de "seguir avanzando para garantizar la sostenibilidad y la calidad ahora y también para las futuras generaciones".
Asimismo, la ministra Ana Mato hizo un llamamiento a la oposición para revitalizar los pactos en materia de sanidad y aprovechó para presentar el reciente pacto que su departamento firmó con las profesionales médicos y enfermeros.
Por otro lado, la ministra anunció que se establecerán por ley unos criterios de "priorización" en intervenciones y pruebas diagnósticas en base a criterios clínicos, para que la lista de espera pueda mejorarse en función de las condiciones del paciente.
También se creará un sistema de indicadores mínimos y comunes para comparar la actividad de los centros sanitarios.
Por su parte, la mayoría de la oposición criticó los recortes aplicados en la sanidad pública y las exclusiones que han dejado sin tarjeta sanitaria a parte de la población y, en consecuencia, sin atención médica.
"Se ha duplicado la participación de los ciudadanos en la financiación del sistema nacional de salud a través del copago, y ha afectado a sectores muy sensibles a la crisis económica, como por ejemplo los pensionistas", afirmó el diputado de IU Gaspar Llamazares.
"Recibir asistencia sanitaria, ante una urgencia, pero pagando, es terrible, pero encima si exigen el dinero por adelantado la inhumanidad es absoluta", añadió el diputado de Equo-Compromís Joan Baldoví.
MADRID (Reuters)
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