MADRID (Reuters) - El Congreso de los Diputados rechazó el martes instar al Gobierno a retirar la polémica reforma de la ley del aborto en una proposición no de ley que se sometió a una inusual votación secreta.
El PSOE había presentado la moción, que no es vinculante, con la esperanza de poder parar la reforma de la ley antes de que el anteproyecto llegue al Parlamento y solicitó que fuera secreto para que los diputados del Partido Popular, que tienen mayoría absoluta, pudieran votar en conciencia y romper la disciplina de voto si así lo deseaban.
"Apelo a las diputadas del grupo popular para que no voten como diputadas lo que no votarían como mujeres. Sean libres y déjennos ser libres", agregó.
La reforma de la ley del aborto que el Gobierno presentó a finales de año restringe los casos en los que una mujer puede abortar, situando a España entre los países menos permisivos de Europa en términos de interrupción del embarazo.
La proposición no de ley fue rechazada con 183 votos en contra y 151 a favor. Seis diputados se abstuvieron.
El proyecto de ley, que se considera iba dirigido principalmente a calmar al descontento sector derechista del partido, no ha contentado ni a la oposición de izquierdas, que la considera un retroceso de más de 30 años, ni a los grupos próvida, que señalaron que no era lo suficientemente radical.
Incluso ha despertado malestar en el seno del PP, y en un país en el que la disciplina en los partidos es muy fuerte, un número poco habitual de diputados del partido y varios presidentes de comunidades autónomas 'populares' se han mostrado en contra de los cambios.
Sin embargo, el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, advirtió que la formación no se fracturaría por esta ley, y la diputada Celia Villalobos, una de las más críticas con el proyecto advirtió antes de la votación que ella abogaba por tener libertad de voto en la tramitación de la ley y rechazó la oportunidad para ser "traidores".
En la última década, sólo dos proposiciones no de ley, que no tienen carácter vinculante, han sido sometidas al proceso de una votación secreta.
Ambas tuvieron lugar en 2003, cuando se debatía la postura española en la guerra de Irak, y ambas se resolvieron de forma favorable para el Gobierno.
Aún no hay fecha para la tramitación parlamentaria de la reforma de la ley del aborto, que tiene que recibir dictámenes consultivos del Consejo de Estado, del CGPJ u otros órganos como el Colegio de Médicos o el Comité de Bioética, tras lo cual podría ser modificada por el Gobierno.
"(El proyecto) Es susceptible de debate, de mejora, de nuevas aportaciones y diversos enfoques. Desde el grupo parlamentario popular estamos dispuestos a dialogar (...) para evitar, como se ha hecho en otras ocasiones, que se rompa el consenso", dijo la diputada del PP Marta Torrado de Castro.
"Ustedes solo quieren retirarlo, que no haya debate. ¿Por qué no quieren conocer todos los informes?", agregó.
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, su principal valedor, ha admitido que podría haber "mejoras que no desvirtuarán el proyecto".
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