SLAVIANSK/KIEV (Reuters) - Los separatistas prorrusos hicieron el lunes caso omiso de un ultimátum para abandonar los edificios estatales ocupados en el este de Ucrania, mientras que otro grupo de rebeldes atacó una comisaría y la amenaza de una ofensiva militar de Kiev no se materializó.
El presidente de Ucrania, Oleksander Turchinov, dijo el lunes que la acción militar seguiría adelante. Pero en una señal de desacuerdo en Kiev, echó al jefe de seguridad a cargo de la operación.
Turchinov también dijo que no estaba en contra de un referéndum sobre el futuro del Estado de Ucrania. Sugirió que el referéndum en toda la nación podría realizarse a la vez que las elecciones presidenciales, el 25 de mayo.
Los separatistas quieren que se realicen consultas, pero sólo en las regiones del este, lo que Kiev dice que es ilegal.
La llegada de hombres armados en uniforme que han tomado edificios en ciudades a lo largo del este del país comenzó hace ocho días y se ha acelerado en las últimas 48 horas. Los separatistas controlan cada vez más edificios en representación de una autoproclamada "República Popular de Donetsk".
Kiev dice que están organizados por Moscú y que entre ellos hay tropas rusas, que buscan repetir la toma de control de Crimea, que Rusia se anexionó el pasado mes.
Rusia dijo que los hombres armados son personas que actúan por su cuenta, pero mantiene su derecho a intervenir para protegerlas. La OTAN dice que Rusia tiene decenas de miles de soldados junto a la frontera con Ucrania.
La Unión Europea amenazó con más sanciones a Rusia. Reino Unido dijo que Moscú estaba claramente detrás de la inestabilidad de Ucrania, aunque otros países europeos dicen que habría que dar más tiempo a la diplomacia.
Cuando a las 0900 am (0600 GMT) terminó el plazo del ultimátum de Kiev, un periodista de Reuters en la ciudad de Slaviansk, donde los hombres armados habían tomado dos edificios estatales, no vio nada que mostrase que lo obedecieran.
Uno de los líderes rebeldes, en un llamamiento emitido a través de periodistas, pidió ayuda a Putin.
El Kremlin dijo que el presidente ruso estaba escuchando.
"Desafortunadamente hay muchas peticiones que vienen de regiones del este de Ucrania dirigidas directamente a Putin para intervenir de una u otra forma", dijo el portavoz de Putin, Dmitry Peskov.
"El presidente observa los acontecimientos en el este de Ucrania con gran preocupación", añadió.
También en Slaviansk, a unos 150 km de la frontera con Rusia, un pequeño aeródromo ocupado por aviones ucranianos estaba vacío el lunes, y las fuerzas proseparatistas dijeron que ahora lo controlan.
En la ciudad de Horlivka, unos 100 separatistas atacaron una comisaría. Las imágenes de la televisión ucraniana mostraron una ambulancia que atendía a gente aparentemente herida en el ataque.
En total, los separatistas han tomado edificios estatales e instalaciones de seguridad en 10 ciudades.
Indignados por la muerte de un oficial estatal de seguridad y las heridas a dos camaradas cerca de Slaviansk, Turchinov advirtió a los rebeldes el domingo de que comenzaría una operación a menos que se retirasen.
ORDEN CRIMINAL
El ministro ruso de Exteriores calificó el plan de "orden criminal" y dijo que Occidente debería mantener bajo control a sus aliados en el Gobierno ucraniano.
Fuera de las oficinas locales de Slaviansk, había un grupo de unos 12 hombres armados con uniformes de camuflaje, con pasamontañas negros, uno de los cuales sostenía una bandera rusa.
Dijeron que eran cosacos -combatientes paramilitares que descienden de una guardia zarista-, pero no dijo de dónde eran. Uno dijo a Reuters: "Las fronteras entre Ucrania, Rusia y Bielorrusia son artificiales y estamos aquí para quitarlas".
El nuevo elemento en la operación anunciada por Turchinov es la inclusión del ejército, que no ha intervenido en más de cuatro meses de agitación y todavía no se ha empleado en los conflictos internos.
REFERÉNDUM
Turchinov dijo que los líderes de Kiev no estaban contra la realización de un referéndum en todo el país sobre el tipo de Estado que debería ser Ucrania, añadiendo que estaba seguro de que confirmaría el deseo de la mayoría de un país unido e independiente.
El ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, dijo que las regiones rusófonas del este de Ucrania deberían estar implicadas en un borrador de constitución que se debería poner en el referéndum.
Lavrov dijo que una ruptura no beneficiaba ni a Rusia ni a Ucrania, pero Moscú quiere que todos los ciudadanos del país tengan el mismo tratamiento por parte de Kiev. Negó que las acusaciones ucranianas y estadounidenses de que Rusia tenía agentes de incógnito fomentando el conflicto en Ucrania.
La crisis ha llevado las relaciones entre Rusia y Occidente a su punto más bajo desde el fin de la Guerra Fría en 1991, y también conlleva el riesgo de desatar una "guerra del gas" que podría interrumpir el suministro de energía en Europa.
Ucrania dijo el sábado que dejaría de pagar el gas ruso porque el precio era demasiado alto.
Kiev también habla con Eslovaquia - la principal ruta del gas desde Rusia a través de Ucrania hacia Europa - sobre revertir el flujo de modo que Ucrania pueda comprar gas de la UE si Rusia lo corta.
Las bolsas rusas y el rublo bajaban con fuerza el lunes, reflejando el temor de una mayor intervención rusa en Ucrania y más sanciones occidentales contra Moscú.
Moscú ha hecho hasta ahora caso omiso de las sanciones, que Occidente ha diseñado para que afecten sólo a un número limitado de responsables y para evitar un mayor daño económico.
El ministro de Exteriores británico, William Hague, dijo que ahora era el momento de estudiar más sanciones. La desestabilización del este de Ucrania estaba claramente instigada por Rusia, añadió.
"No creo que las negativas a la implicación rusa tengan un ápice de credibilidad", dijo.
El vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, advirtió de una escalada de la crisis en Ucrania, diciendo: "Rusia claramente preparó que los tanques pudieran cruzar las fronteras".
Pero otros responsables dijeron que era demasiado pronto para imponer sanciones. Algunos dijeron que el límite sería el jueves, cuando los responsables occidentales y rusos previsiblemente se reúnan en Ginebra en torno a Ucrania.
En Slaviansk, tras vencer el ultimátum, una bandera rusa aún ondeaba en la comisaría, uno de los dos edificios tomado por los separatistas en la ciudad. Los hombres seguían colocando barricadas con sacos de arena.
Incluso cuando ya había vencido, apareció un camión con neumáticos para reforzarlas.
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