MADRID (Reuters) - El Gobierno arrancó el martes el proceso que llevará a la proclamación de Felipe VI como rey en sustitución de su padre, Juan Carlos I, un trámite que se espera que culmine en la tercera semana de junio.
El proyecto de ley aprobado por el Ejecutivo consta de un único artículo de dos puntos en el que anuncia la abdicación y que será efectiva en el momento de entrada en vigor de la ley.
Por la tarde, la Mesa del Congreso calificó la ley orgánica y la junta de portavoces anunció que el texto se votará el próximo miércoles 11 en lectura única y procedimiento urgente, lo que asegura que el proceso en la Cámara Baja se resolverá ese mismo día.
La aprobación de la norma en el Congreso exige la mayoría absoluta - al menos 176 diputados -, y después tendrá que ser ratificada en el Senado. En el caso de que hubiera enmiendas en la Cámara Alta, tendría que volver al Congreso y ser votada de nuevo. El día después de su aprobación se publicará en el Boletín Oficial del Estado.
"Está más que garantizada (la aprobación)", dijo en Onda Cero el presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, Arturo García Tizón, que dijo que sus cálculos apuntaban a que tendría más del 83 por ciento de los apoyos.
Se prevé que PP, PSOE, UPyD y parte del Grupo Mixto voten a favor de la nueva norma, mientras que PNV se abstendría y la Izquierda Plural votaría en contra.
La fecha de proclamación de Felipe VI - que tendrá lugar en una sesión conjunta de las Cortes - dependerá de la ratificación de la ley en el Senado y, aunque el martes por la mañana el presidente del Congreso, Jesús Posada, sugirió ante periodistas que podría tener lugar el 18 de junio, no existe confirmación oficial al respecto.
El Gobierno aprobó también una declaración institucional en la que alabó el papel del Rey en los 39 años que ha ocupado el Trono.
"Si España es hoy un Estado de Derecho, moderno y democrático, que ha logrado alcanzar altas cotas de bienestar social y protagonismo en Europa y en todo el escenario internacional, se debe, en gran medida, al reinado de Don Juan Carlos I", dijo el texto.
MOMENTO DELICADO PARA LA MONARQUÍA
La abdicación de Juan Carlos I llegó en un momento delicado de salud para el monarca de 76 años y tras varios escándalos que han perjudicado la imagen de la monarquía, especialmente la imputación por un presunto delito de corrupción de la infanta Cristina y de su marido Iñaki Urdangarin.
El monarca reveló el lunes en una comparecencia televisada que había tomado la decisión el pasado enero de permitir el relevo generacional a su hijo de 46 años y todavía príncipe de Asturias, con el fin de asegurar la estabilidad en la monarquía.
Tras la abdicación, que fue anunciada en una declaración institucional por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, los principales partidos españoles, PP y PSOE, comunicaron su intención de apoyar la monarquía.
Partidos minoritarios de izquierdas, que obtuvieron la semana pasada un respaldo de en torno al 20 por ciento de los votos en los comicios europeos, se mostraron partidarios de consultar a la ciudadanía si quiere seguir adelante con este modelo de Estado.
El lunes por la tarde, miles de personas se manifestaron en las calles de diversas ciudades de España para pedir un referéndum en el que se decida si mantener la monarquía o instaurar una república.
El 62 por ciento de los españoles era partidario de una abdicación, según una encuesta publicada en enero por Sigma Dos, que recogió que menos del 50 por ciento de la población respaldaba la monarquía como forma de Estado.
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