EUROZONA EVITARÁ RECESIÓN, PERO PERSISTE RIESGO DE ESTANCAMIENTO

BRUSELAS (Reuters) - La frágil eurozona necesitará otro año para alcanzar apenas un modesto nivel de crecimiento económico, dijo el martes la Comisión Europea, revisando a la baja sus previsiones y previendo más de la inflación a la baja y el elevado desempleo que afectan al bloque.
En sus estimaciones de otoño, la Comisión dijo que la economía de la eurozona se expandiría un 0,8 por ciento este año, un 1,1 por ciento el año próximo y un 1,7 por ciento en 2016, un nivel que la Comisión dijo hace seis meses que lograría el año próximo. El retraso de la mejora económica se atribuye al lastre que suponen para la economía de la eurozona Francia e Italia.
La débil recuperación de la eurozona desde la crisis financiera se está convirtiendo en una preocupación generalizada a medida que el bloque, que genera una quinta parte de la economía mundial, se retrasa en la recuperación global más amplia que encabeza Estados Unidos.
"La ralentización en Europa ocurre porque sigue rondando el legado de la crisis económica y financiera mundial", dijo Marco Buti, director general del departamento de economía de la Comisión.
"Vemos que el crecimiento se frena en Alemania, un estancamiento prolongado en Francia y contracción en Italia", dijo en un comunicado sobre las previsiones para 2014-2016.
Los datos de la Comisión parecen evitar la recaída en la recesión de que el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, advirtió a los dirigentes de la UE en una cumbre en Bruselas el mes pasado, pero pese a la lenta tendencia a la mejoría, los indicadores siguen siendo adustos.
La inflación será del 0,5 por ciento este año, del 0,8 por ciento en 2015 y del 1,5 por ciento en 2016, por debajo del objetivo del BCE del nivel del 2 por ciento que juzga saludable para la economía, mientras que el desempleo rondará el 10,8 por ciento en 2016.
Los datos probablemente apoyen las demandas de economistas e inversores para que el BCE se embarque en el tipo de programa de compra de bonos para estimular la economía, del tipo de los aplicados por Japón, Reino Unido y Estados Unidos para recuperarse de la crisis.
Sin embargo, Draghi ha dicho que la eurozona no puede depender sólo del BCE, al que se le prohíbe financiar directamente a los gobiernos, para ayudar, y que los países como Francia deben hacer reformas para conseguir que más gente joven tenga trabajo y ayude a llevar la carga de una población que envejece.
Por ahora, los dirigentes de la eurozona ponen su fe en el fondo propuesto de 300.000 millones de euros para invertir en proyectos que encarrilen la economía, al tiempo que piden a Alemania, la principal economía europea, que gaste más.

Pero la Comisión prevé que tenga un superávit presupuestaria este año, un presupuesto equilibrado en 2015 y otro superávit en 2016, lo que mostraría poco apetito para mayor gasto gubernamental.

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