MADRID (Reuters) - El ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, defendió el jueves la "proporcionalidad" de la actuación de la Guardia Civil en la frontera ceutí la semana pasada para evitar la entrada masiva de inmigrantes desde aguas marroquíes, en un suceso en el que murieron 11 de ellos que ha sido criticado por varias organizaciones de defensa de los derechos humanos.
En una intervención en el Congreso de los Diputados, el ministro confirmó la recuperación de dos cuerpos en aguas de la ciudad española en el norte de África por los "trágicos" hechos del 6 de febrero, a los que hay que sumar los nueve recuperados en el lado marroquí.
Varias ONG denuncian que los fallecidos podrían ser muchos más.
Fernández Díaz negó que las muertes se hubieran producido en aguas españolas, porque éstas habían sido rastreadas tras el altercado. Anunció que su autopsia confirma que los inmigrantes fallecieron por sumersión, sin que apareciera en los cuerpos ningún signo de violencia.
El ministro sí admitió el lanzamiento de medios antidisturbios cuando los inmigrantes estaban en el agua, pero siempre siguiendo los protocolos de actuación correspondiente.
"Todos los lanzamientos se hicieron desde tierra, siendo la distancia superior, como mínimo, a los 25 metros y la zona de impacto siempre correspondió a aguas españolas, lejos de donde se encontraban los inmigrantes", señaló el ministro.
Un total de 23 inmigrantes consiguieron acercarse a menos de 25 metros de la barrera, momento en que se dio la orden de cesar el lanzamiento de medios.
"En ningún momento el objetivo del uso de los medios en la mar fue alcanzar a ninguno de los inmigrantes, sino hacer visible una barrera disuasoria", añadió el titular de Interior.
NIEGA DEVOLUCIÓN A MARRUECOS
Fernández Díaz ha negado que se llevara a cabo la "devolución en caliente" a Marruecos de los inmigrantes que alcanzaron la playa española, concepto con el que se define la expulsión inmediata de un inmigrante que ha entrado en territorio nacional.
Esta "devolución" habría significado una violación de la Ley de Extranjería, pero el ministro aseguró que ningún inmigrante llegó a entrar en territorio nacional, sino en la "zona de vigilancia".
Asimismo, anunció que para prevenir nuevos intentos de entrada masiva de inmigrantes por ese punto, se va a prolongar el espigón de la playa del Tarajal, donde sucedieron los hechos. Además, a medio plazo, también se llevará a cabo una remodelación general del puesto fronterizo del Tarajal.
Algunos diputados de la oposición pusieron en duda la versión del ministro, aludiendo a varios vídeos que se ha publicado estos días.
"Con su versión ya tenemos ocho diferentes, muchas contradictorias", le dijo Emilio Olabarría, del PNV.
"Ocho de ellos fueron expulsados de España en rigurosa fila india agarrados de la mano", afirmó, y refiriéndose al vídeo, ironizó. "¿Eran personas disfrazadas unos de guardias civiles y otros de inmigrantes?"
La ONG Prodein difundió un vídeo en el que se veía a unos agentes entregando a dos inmigrantes a Marruecos, a lo que Interior respondió que se trataba de un episodio de agosto del año pasado y que los dos varones eran marroquíes.
Además, la Guardia Civil sacó otras imágenes que dijo se correspondían a lo ocurrido en la noche del 6 de febrero, en la que se veía a decenas de inmigrantes intentando entrar en territorio español por la costa.
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