JJOO DE SOCHI : ARRANCAN LOS JUEGOS, CON PUTIN A DESPEJAR DUDAS

SOCHI, Rusia (Reuters) - El presidente ruso, Vladimir Putin, asistirá el viernes a la ceremonia inaugural de los juegos Olímpicos de Sochi decidido a demostrar que quienes dudaban de él tras unos ataques de insurgentes, una disputa en torno a los derechos de los homosexuales y los hinchados costes que ensombrecieron sus preparativos.
Putin ha puesto en juego su reputación con la puesta en marcha de unos juegos seguros y exitosos en la ciudad del Mar Negro, donde un espectáculo de tres horas con 40.000 espectadores en el nuevo estadio Fisht darán la señal de comienzo para el inicio de las pruebas deportivas.

Alrededor de 37.000 efectivos de seguridad están en alerta por la amenaza de que los grupos islamistas radicados en la cercana región del Cáucaso norte puedan atacar los juegos, que se celebrarán hasta el 23 de febrero.
Las guerrillas separatistas que buscan un estado islámico independiente en Chechenia y otras regiones vecinas del sur de Rusia han prometido interrumpir los juegos, que dicen que tienen lugar en un territorio arrebatado a las tribus del Cáucaso en el siglo XIX.
Pese al fuerte despliegue alrededor de las citas deportivas, las fuerzas de seguridad temen que una mujer sospechosa de planear un ataque suicida puede haberse colado.
Los analistas creen que es más probable que haya un ataque en otro lugar de Rusia para humillar a Putin, que lanzó una guerra para aplastar una rebelión chechena en 1999.
Dos bombas de suicidas mataron al menos a 34 personas en diciembre en Volgogrado, a 700 km al noreste de Sochi.
El viceprimer ministro Dmitry Kozak dijo a los periodistas en Sochi que los servicios de seguridad del país trabajaban con otros de Europa y Norteamérica para disminuir el riesgo de ataques.
"No hay motivo para creer que el nivel de peligro en Sochi sea mayor que en cualquier otro punto del planeta, sea Boston, Londres, Nueva York o Washington", dijo.
POLÉMICAS
Además de la preocupación por la seguridad, Rusia, que alberga por primera vez unos juegos de invierno, ha recibido presión internacional desde que aprobase una ley que los críticos dicen que restringe los derechos de los homosexuales y los discrimina.
Putin ha defendido la ley diciendo que protege a los menores y dijo que los homosexuales no serían discriminados en los juegos de Sochi.
Los organizadores y muchos deportistas esperan que la atención esté puesta en las pistas de hielo y nieve cuando los juegos estén a pleno rendimiento el fin de semana.
"No creo que los Juegos Olímpicos sean un lugar para ese tipo de políticas... Creo que es un lugar para el deporte y que las culturas aparten sus diferencias y compitan", dijo el veterano el esquiador alpino estadounidense Bode Miller.
El deportista de 36 años, ganador del oro en Super Combinada en Vancouver hace cuatro años, añadió que los temas que rodean a los juegos e Sochi eran "igual de políticos que en China (en 2008) u otros juegos hasta donde se puede recordar".
Canadá ya habla de sus previsiones de medallas.
"Canadá está aquí para competir y ganar", dijo el jefe del Comité Olímpico de Canadá Marcel Aubut. "Nuestro objetivo es ser el número uno en el medallero total", dijo.
"No estamos aquí para participar. Estamos para ganar", añadió.
Rusia, otra tradicional potencia en deportes de invierno, ganó sólo tres medallas hace cuatro años, frente a las 14 de Canadá, y espera hacer grandes avances en casa.

Los organizadores también han realizado una encendida defensa de la cita en Sochi, con un coste estimado de 50.000 millones de dólares, lo que hace estos juegos los más caros de la historia, tanto de verano como de invierno.

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