MELILLA/INMIGRANTES: EL GOBIERNO REFUERZA LA SEGURIDAD EN MELILLA TRAS EL ASALTO MASIVO DEL MARTES

MELILLA (Reuters) - El Gobierno ha más que doblado el número de efectivos de las fuerzas de seguridad del Estado en Melilla, al día siguiente de que alrededor de medio millar de personas lograran saltar la valla que la separa de Marruecos en la avalancha más importante desde hace años.
El Ministerio del Interior ha enviado 100 policías adicionales entre martes y miércoles, lo que lleva el total a 150, dijo una fuente en el ministerio, y reforzará la unidad de intervención rápida con 20 integrantes más hasta un total de 80.
Inmigrantes africanos tratan de saltar habitualmente la valla protegida con alambradas que separa las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla de territorio marroquí. Su número se ha multiplicado después de que el refuerzo de las patrullas navales desanimara los intentos de llegar a Europa por barco.
En 2013, unas 1.074 personas consiguieron cruzar la valla de Melilla, que se extiende a lo largo de 12 kilómetros, según la fuente, mientras que más de 1.600 lo han logrado en lo que llevamos de año.
Una vez en Ceuta o Melilla, los inmigrantes son internados en centros donde son alojado mientras se tramita su situación y su potencial repatriación. Muchos acaban siendo trasladados a la península ibérica ante la falta de espacio y acaban yéndose al resto de Europa.
Jóvenes subsaharianos que estaban en el centro de internamiento de inmigrantes (CETI) de Melilla mostraron el miércoles su satisfacción por haber dejado atrás las montañas que rodean la ciudad española, en las que muchos han pasado meses esperando la ocasión de dar el salto.
Lo hemos logrado! Hemos cruzado a Europa", dijo uno de ellos, en un grupo que incluía a ciudadanos de Guinea, Mali, Costa de Marfil o Togo.
El CETI están saturados, lo que ha llevado al Ejército a levantar tiendas para alojarlos. El de Melilla acoge ahora a unas 1.800 personas, cuando tiene una capacidad oficial de 480.
En febrero, la Unión Europea pidió a España que explicara por qué sus fuerzas de seguridad dispararon balas de goma de advertencia en otro intento de entrada en su territorio, en este caso de inmigrantes que trataban de llegar a Ceuta a nado desde territorio marroquí. Quince de ellos murieron ahogados, aunque el Gobierno español ha negado que fuera como consecuencia del pánico por los disparos.
El Secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, insistió el miércoles en el Congreso de los Diputados en que todo ocurrió en aguas marroquíes.
"Murieron en aguas marroquíes", dijo, en una sesión en la que mostró algunos vídeos y audios de lo ocurrido en la noche del 6 de febrero.
"Ni se lanzó material sobre los inmigrantes ni se observó que el lanzamiento hubiera provocado pánico entre ellos. No hay ningún elemento que lleve a pensar que se disparó contra los inmigrantes", afirmó, aunque admitió que una de las conclusiones obtenidas es tratar de evitar el uso de material antidisturbios en el mar.

Las negociaciones en la UE de cara a una solución europea al problema han avanzado poco a pesar de los llamamientos de España e Italia, otro país afectado por la llegada masiva de inmigrantes - en su caso por mar - para que sus socios del norte de Europa compartan un peso mayor.

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