UCRANIA/CONFLICTO DE CRIMEA: PUTIN RECHAZA A OBAMA MIENTRAS SE INTENSIFICA LA CRISIS

MOSCÚ/SIMFERÓPOL, Ucrania (Reuters) - El presidente Vladimir Putin rechazó una advertencia del mandatario estadounidense Barack Obama sobre la intervención militar de Moscú en Crimea y dijo el viernes que Rusia no puede ignorar las solicitudes de ayuda de la población rusoparlante de Ucrania.

Después de una conversación telefónica de una hora, Putin afirmó en un comunicado que Moscú y Washington aún tienen posiciones muy alejadas sobre la situación en la ex república soviética, donde, dijo, las nuevas autoridades habían tomado "decisiones absolutamente ilegítimas sobre las regiones oriental, sudoriental y Crimea".
"Rusia no puede ignorar las peticiones de ayuda y actúa de acuerdo con eso, en total respeto de la legislación internacional", dijo Putin.
Los guardias fronterizos en Ucrania dijeron que Moscú había enviado más tropas a la península sureña ocupada por fuerzas rusas.
Serhiy Astakhov, asesor del comandante de la guardia fronteriza, dijo que había ahora unos 30.000 solados rusos en Crimea, frente a los 11.000 que estaban permanentemente basados en el lugar con la flota rusa del mar Negro en el puerto de Sebastopol antes de la crisis.
Putin niega que esas fuerzas sin insignias nacionales estén bajo sus órdenes, pese a que sus vehículos tienen matrículas militares rusas. Occidente ha ridiculizado la afirmación de Putin.
La confrontación más seria entre Oriente y Occidente desde el fin de la Guerra Fría, provocada por la destitución el mes pasado del presidente Viktor Yanukovich tras protestas violentas en Kiev, aumentó el jueves cuando el Parlamento de Crimea, de mayoría rusa, votó a favor de que la región se una a Rusia.
El gobierno regional fijó un referéndum sobre ese punto para el 16 de marzo, a sólo nueve días.
Los líderes de la Unión Europea y Obama denunciaron el referéndum como ilegítimo y dijeron que violaría la Constitución de Ucrania.
El jefe de la Cámara Alta del Parlamento ruso dijo el viernes después de reunirse con legisladores de Crimea que la región tiene derecho a la autodeterminación y descartó cualquier riesgo de guerra entre "las dos naciones hermanas".
Antes de llamar a Putin, Obama anunció las primeras sanciones contra Rusia desde el inicio de la crisis y ordenó prohibiciones de visados y congelaciones de activos contra personas hasta ahora no identificadas, consideradas responsables de amenazar a la soberanía de Ucrania.
Japón respaldó la postura occidental respecto a que las acciones de Rusia -cuyas fuerzas tomaron el control de la península de Crimea- constituyen "una amenaza a la paz y seguridad internacional" después de que Obama conversase con el primer ministro nipón, Shinzo Abe.
China, a menudo un aliado de Rusia a la hora de bloquear medidas occidentales en el Consejo de Seguridad de la ONU, fue más cauta y dijo que la imposición de sanciones económicas no es la mejor manera de resolver la crisis y evitó hacer comentarios sobre la legalidad del referéndum de Crimea.
¿GUERRA O GUERRILLA?

La Unión Europea, el mayor socio comercial y cliente energético de Rusia, adoptó un plan de tres etapas para intentar forzar una solución negociada, pero no instauró sanciones inmediatas.
El ministro de Exteriores ruso respondió airadamente el viernes, acusando a la UE de que su decisión de congelar las conversaciones sobre los viajes sin visados y un nuevo pacto de las relaciones entre Rusia y la UE era una "posición extremadamente poco constructiva". Advirtió de que se tomarán represalias si se imponen sanciones.
La política opositora ucraniana Yulia Tymoshenko, liberada tras el derrocamiento de Yanukovich, se reunió con la canciller alemana, Angela Merkel, en Dublín y pidió sanciones inmediatas de la UE contra Rusia, advirtiendo de que, de lo contrario, Crimea podría caer en una guerra de guerrillas.
Bruselas y Washington también se apresuraron a fortalecer a las nuevas autoridades en Ucrania, golpeada económicamente, y anunciaron la entrega de ayuda política y financiera.
El director regional del Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que las conversaciones con Kiev sobre un acuerdo de préstamo iban bien y alabó la apertura del nuevo Gobierno a las reformas económicas y la transparencia.
La Comisión Europea ha dicho que Ucrania podría recibir hasta 11.000 millones de euros en los próximos dos años si alcanza un acuerdo con el FMI, que supone duras reformas económicas como acabar con los subsidios al gas.
Las promesas de miles de millones de dólares de ayuda occidental para el Ejecutivo de Kiev y la percepción de que las tropas rusas probablemente no van a ir más allá de Crimea en Ucrania han ayudado a revertir un destrozo en la divisa local, la grivna.
En los dos últimos dias ha cotizado por encima del dólar por primera vez desde que comenzó la crisis la semana pasada. Los operadores locales dijeron que las restricciones de urgencia sobre las divisas impuestas la semana pasada daban apoyo a la grivna.
El monopolio ruso del gas Gazprom dijo que Ucrania no había pagado su factura de gas de 440 millones de dólares de febrero, acumulando un impago de 1.890 millones y dijo que podría cerrar el grifo como ya hizo en 2009, cuando una parada del suministro ruso a Ucrania redujo el suministro a Europa en plena temporada de frío.
En Moscú, una enorme multitud se reunía cerca del Kremlin en una manifestación apoyada por el Gobierno y con un concierto que se convocaba "en apoyo de los crimeos".
Las estrellas del pop y los manifestantes sostenían carteles con eslóganes como "Crimea es tierra rusa" o "creemos en Putin".

DIFERENCIAS IMPORTANTES

El primer ministro ucraniano, Arseny Yatseniuk, dijo que nadie en el mundo civilizado reconocería el resultado del "denominado referéndum" en Crimea.
Reiteró la disposición de Kiev a negociar con Rusia si Moscú retira las tropas adicionales en Crimea y dijo que había pedido hablar con el primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, por teléfono.
Pero el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, dijo que no había señales claras de que Rusia estuviera dispuesta a unirse a un "grupo de contacto" internacional con Ucrania propuesto por Occidente para negociar una solución a la crisis.
Pese a las duras palabras de Putin, los manifestantes que seguían acampados en la céntrica plaza de la Independencia de Kiev para defender la revolución que derrocó a Yanukovich dijeron que no creían que se permitiría una secesión de Crimea.
"Somos optimistas. Crimea seguirá con nosotros y lucharemos por ella", dijo Taras Yurkiv, de 35 años, de la ciudad oriental de Lviv. "Cómo luchamos dependerá de las decisiones de nuestros líderes. Si es necesario, usaremos la fuerza. Si quieres paz, hay que prepararse para la guerra".
Alexander Zaporozhets, de 40 años, tiene fe en la presió internacional.
"No creo que se permita a los rusos tomar Crimea: no puedes comportarte así hacia un Estado independiente. Tenemos el apoyo de todo el mundo. Pero creo que estamos perdiendo el tiempo. Mientras los rusos se preparan, nosotros sólo hablamos", dijo.
Los observadores militares desarmados de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) vieron impedida su entrada en Crimea por segundo día seguido el viernes, dijo la OSCE en Twitter.
La televisión ucraniana fue apagada en Crimea el jueves y sustituida por canales estatales rusos. Las calles pertenecen a gente que apoya a Moscú, algunos de los cuales han sido cada vez más agresivos durante la semana, acosando a periodistas y a manifestantes ocasionales a favor de Kiev.
Parte de los dos millones de habitantes crimeos se opone a Moscú, entre ellos miembros de la mayoría rusa. La última vez que se preguntó a los crimeos, en 1991, votaron por poco margen la independencia junto con el resto de Ucrania.

"Este anuncio de que ya somos parte de Rusia provoca sólo lágrimas", dijo Tatyana, de 41 años y origen ruso. "Con todos estos soldados aquí, es como si viviéramos en un zoológico. Todos entendemos perfectamente que esto es una ocupación", afirmó.

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