MADRID (Reuters) - El Congreso de los Diputados denegó el martes a Cataluña la competencia para celebrar un referéndum de autodeterminación, decisión que se daba por segura y ante la cual el Gobierno catalán advirtió que no se detendría.
Tras conocer el resultado de la votación, Mas dijo que el proceso independentista "sigue adelante" y que la Generalitat trabajará en la creación de marcos legales para la consulta independentista prevista para el 9 de noviembre.
"Algunos quieren presentar esta votación como un punto final pero como presidente de Cataluña digo que es un punto y aparte. Las instituciones catalanas buscarán la construcción de marcos legales para poder llevar a cabo esta consulta el 9 de noviembre", dijo desde Barcelona en una comparecencia ante periodistas.
"Se ha perdido una oportunidad. No nos han querido dar una mano que estaba extendida, no nos la han estrechado. Había voluntad de pacto, pero esta mano extendida no ha sido correspondida por parte de la mayoría de los diputados. A pesar de esto nuestra mano sigue extendida".
"Podrían haber dicho que sí pero non han querido, ha faltado voluntad política", añadió.
Durante su intervención en el debate en la cámara baja el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, recordó que el derecho a decidir corresponde a todos los españoles y se aferró a la Constitución para defender la ilegalidad de la consulta.
"La soberanía española corresponde a todos los españoles, no existen soberanías regionales, ni provinciales ni locales... hablamos del futuro de España", dijo Rajoy.
No obstante, Rajoy conminó a Mas a proponer una reforma de la Constitución en un Parlamento en el que el Partido Popular tiene la mayoría absoluta.
"Hay una puerta abierta de par en par para aquellos que no estén conformes con el actual estado de cosas: iniciar los trámites para una reforma de la Constitución", dijo.
El Gobierno catalán de centroderecha ha hecho del referéndum soberanista el motivo central de su legislatura y es previsible que Mas abra nuevas vías para seguir adelante con su consulta, prevista inicialmente para noviembre próximo.
El sentimiento independentista en Cataluña, región que representa una quinta parte de la economía de España y un 16 por ciento de su población, ha ido en aumento durante la prolongada recesión económica y los recortes del gasto público.
Rajoy, quien reiteró estar abierto al diálogo dentro de los límites de la Constitución, rechazó los argumentos sobre las supuestas trabas del Gobierno central al desarrollo de la región, asegurando que ésta tiene más competencias que Escocia, cuyos ciudadanos votarán en septiembre si quieren independizarse de Reino Unido.
"Si Escocia tuviera la mitad de la mitad de las competencias que tiene Cataluña, no se tomarían allí tantas molestias", dijo Rajoy, quien proclamó ante el Congreso de los Diputados su amor a Cataluña antes de tildar la propuesta del Gobierno catalán como "lo más parecido que uno podría imaginar a la isla de Robinson Crusoe".
En el mismo sentido se pronunció el líder socialista, que dijo que su partido defendía un modelo de Estado en el que todos los ciudadanos puedan estar cómodos con su identidad.
"Su discurso nos suena, se oye en algunos países del norte respecto a los países del sur. Es un discurso especialmente dañino, insolidario y en términos económicos, en una economía global como la que vivimos, es un discurso sin ningún fundamento económico racional", dijo Alfredo Pérez Rubalcaba a los tres enviados de la cámara catalana.
Según las encuestas, hasta un 80 por ciento de los catalanes quiere tener el derecho a decidir sobre este asunto.
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