MADRID (Reuters) - Las autoridades sanitarias comenzaron el lunes a dar el alta a la decena de pacientes que seguían ingresados por haber tenido contacto con la primera contagiada de ébola en España, entre ellos su propio marido, después de tres semanas de observación sin haber desarrollado síntomas.
Entre los dados de alta había médicos que atendieron a la auxiliar de enfermería Teresa Romero antes de que fuera ingresada en el hospital de la capital el 6 de octubre, cuando se confirmó su positivo por ébola.
El marido de Romero, Javier Limón, dijo el lunes tras permanecer 21 días en el hospital que la pareja sólo quería recuperar la normalidad en sus vidas.
"Queremos volver a nuestra vida tranquila que teníamos antes", dijo en una rueda de prensa junto con su abogado, José María Garzón.
La crisis por el contagio del virus en España, el primero conocido fuera de África, generó una oleada de críticas a las autoridades sanitarias, incluidas peticiones de dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, y del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, y quejas por la falta de formación del personal sanitario para tratar a pacientes con ébola.
La enfermedad ha provocado la muerte de casi 5.000 personas en África Occidental, tiene un periodo de incubación de 21 días y sólo se contagia mediante el contacto directo con fluidos corporales de un enfermo que haya manifestado síntomas como hemorragias, diarrea y vómitos.
El virus llegó a España cuando el Gobierno decidió repatriar en verano a dos misioneros que contrajeron la enfermedad en Liberia y Sierra Leona y que murieron posteriormente.
Romero atendió a los dos misioneros y posteriormente dio positivo por la enfermedad, ingresando en el Carlos III tras haber tenido síntomas como fiebre y astenia desde una semana atrás. Existe en marcha una investigación para determinar las causas de su contagio.
El marido de Romero ha dicho en varias ocasiones, mientras todavía estaba hospitalizado, que tomaría medidas legales por el trato que ha recibido su mujer por parte de las autoridades tras ser ingresada.
Limón pidió el lunes la dimisión del consejero de Sanidad madrileño por las declaraciones que realizó mientras Romero luchaba contra la enfermedad.
El abogado de la pareja no concretó las medidas legales que tomará, pero anticipó que creen que ha habido responsabilidad contra el derecho al honor de Romero, así como por el sacrificio del perro de la pareja y por la seguridad de los protocolos seguidos para controlar la enfermedad.
Romero todavía pasará algunos días en el hospital para recuperarse de las secuelas de la enfermedad, después de que las autoridades sanitarias dijeron que la daban por curada del virus la semana pasada
Otros cinco de los contactos considerados de alto riesgo ya recibieron el alta la semana pasada.
Existen otras 68 personas consideradas contactos de bajo riesgo, principalmente personal sanitario, que permanecen bajo vigilancia.
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