CARACAS (Reuters) - Miles de personas inundaban el viernes los supermercados y los mercados públicos de productos regulados de Venezuela tratando de conseguir bienes de primera necesidad después de una temporada navideña que arrasó con las provisiones y profundizó la escasez que vive el país, mientras el Gobierno desplegaba a policías militares para resguardar las enormes colas.
Excusándose esta semana por las carencias, el gremio que representa a los supermercados dijo que no habían previsto el fuerte aumento de las ventas a finales de diciembre, aunque en la época navideña suele repuntar mucho el consumo.
"Este es el peor nivel de escasez que hemos visto en los últimos 30 años, porque antes faltaban las cosas, pero no todo al mismo tiempo y no desaparecían completamente. No hay comida", dijo Jesús Calderón, un electricista de 38 años que esperaba entrar a un supermercado del este de Caracas.
La policía antidisturbios vigilaba de cerca las filas para evitar avalanchas, e incluso en un mercado de la red de abastos de Caracas, donde se compran productos regulados por el Gobierno, dispararon al aire para disuadir a los cientos de compradores que se empujaban unos a otros.
La mayoría de los productos que consume Venezuela son importados. Muchos empresarios se han quejado de que el control de cambios impuesto por el Gobierno y la burocracia complican el acceso a los dólares necesarios para importar productos.
Venezuela ha sufrido en los últimos meses por el desplome en el precio internacional del crudo, su principal fuente de divisas. Eso se ha traducido en menos dólares para las arcas del Gobierno.
Aunque el Gobierno socialista de Nicolás Maduro ha reconocido el problema, negó tener responsabilidad en el brote de escasez y denunció que "infiltrados" en las colas pretenden hacer llamamientos para convocar protestas como las que dejaron 43 muertos en el 2014.
Las colas no sólo invadían Caracas. En otras ciudades del país, como San Cristóbal, cerca a la frontera con Colombia, la gente también se agolpaba en los supermercados.
"Yo busco de todo, al precio que sea, no importa, porque desde diciembre estoy intentando que vendan papel higiénico porque en mi casa no tenemos", se quejó Giovanny Chacón.
Testigos con los que ha contactado Reuters que visitaron varios comercios de Caracas y ciudades en el occidente, oriente y sur del país, se encontraron con estantes vacíos en muchos establecimientos.
Los acomodadores en las tiendas intentaban llenar las estanterías con los productos que tenían a mano, dando como resultado pasillos enteros llenos de vinagre o bebidas energéticas, en los que debería haber pañales o leche.
"VIENEN PORQUE QUIEREN"
Durante el último año, la escasez superó a la inseguridad como principal preocupación de la mayoría de los 29 millones de venezolanos, según recientes encuestas. El desabastecimiento también ha reducido al mínimo la popularidad del presidente, que acusa a los empresarios de acaparar productos.
Sumada a la dificultad para encontrar productos, los venezolanos deben enfrentarse a una inflación del 64 por ciento en medio de una recesión económica que, según analistas, seguiría este año junto a la caída en los precios del petróleo.
El jueves, la ministra de Interior y Justicia, Carmen Meléndez, intentó calmar los ánimos.
"Ellos vienen a las dos de la mañana porque quieren", dijo Meléndez tras anunciar que la Guardia Nacional custodiará los supermercados para evitar problemas. "Les pido que dejen la desesperación, tenemos capacidad y productos para todos, con calma, paciencia, los estantes están llenos".
El gremio que agrupa a las cámaras y asociaciones de comercio y servicios, Consecomercio, aseguró que la distribución de alimentos se irá normalizando hacia finales de enero. Pero mientras tanto, algunos usuarios en Twitter convocaban un paro nacional para el lunes 12, que no generaba mucha aceptación.
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