MADRID (Reuters) - El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijo el martes que el Ejecutivo está preparado para hacer frente a una declaración de independencia de Cataluña en el caso de que la lista soberanista gane las elecciones de septiembre y ponga en marcha su hoja de ruta para la secesión de España.
Rajoy reiteró que Cataluña no será independiente y que los comicios del 27 de septiembre, convocados a modo de plebiscito, son autonómicos y no decidirán el futuro de una región en la que la crisis ha exacerbado en los últimos años el sentimiento independentista.
El presidente nacionalista catalán, Artur Mas, ha hecho de la consecución de la independencia de Cataluña su motor político en los últimos años y su partido, Convergència Democràtica de Catalunya, ha pactado una lista unitaria con los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya.
De conseguir la mayoría absoluta, la candidatura, a la que se han sumado plataformas cívicas catalanas, ha anunciado que creará instrumentos jurídicos propios que allanen el camino para la independencia de Cataluña en un periodo máximo de 18 meses.
"Estoy a favor de la unión, no de la división, y (..) en contra de aquellas personas que pretenden romper lo que lleva unido siglos y (..) a las que no le importan nada los problemas reales y (..) y han generado una división como no recordaba Cataluña en años", dijo Rajoy en rueda de prensa tras una cumbre bilateral con Argelia.
Un día después de la presentación de la lista unitaria, Rajoy rechazó que hubiera un "choque de trenes" con Mas, que el año pasado ya le desafió al convocar un referéndum soberanista que fue declarado ilegal a instancias del Gobierno central.
"Puede convocar elecciones, pero no puede romper la ley ni las reglas de una democracia avanzada como la española, por eso le digo al conjunto de los españoles y a todos los catalanes que se sienten españoles que estén tranquilos", apuntó.
El sentimiento independentista ha caído en Cataluña en los últimos meses, y un sondeo reciente de la Generalitat reflejaba que el 50 por ciento de la población prefería seguir siendo español, frente al 42 por ciento que quería la secesión.
Sin embargo, un sondeo reciente en La Vanguardia mostró que una lista unitaria conseguiría la mayoría absoluta en un Parlamento en el que se prevé un ascenso de Podemos-ICV y Ciudadanos a costa de un descenso de PP y PSOE.
En contra de la propuesta secesionista se mostró también el secretario general socialista, Pedro Sánchez, para el que el 27S conllevará "frustración" y no solucionará los problemas reales de los catalanes, que según los sondeos están más preocupados por las dificultades económicas que por la independencia.
"Conducirá a la fractura social y política, a incrementar la frustración, a profundizar el enfrentamiento entre catalanes entre sí y a generar innecesariamente enfrentamiento entre catalanes y españoles", dijo el líder socialista.
En su lugar, Sánchez abogó en un acto en Barcelona por modificar el modelo de Estado para incluir las distintas sensibilidades autonómicas, algo que defienden también nuevas formaciones politicas como Podemos.
"Ha llegado la hora de reparar España", dijo Sánchez en un foro en la Ciudad Condal.
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