ELECCIONES GENERALES 20D: EL PSOE SE JUEGA SU FUTURO ANTE LA COMPLEJA ENCRUCIJADA POSTELECTORAL

MADRID (Reuters) - El abierto resultado de las elecciones españolas del domingo sitúa a Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ante tres opciones igual de arriesgadas: permitir al Partido Popular gobernar en minoría, armar un complicado gobierno alternativo con Podemos o dejar que el país vuelva a las urnas.
En cualquiera de esas opciones se juegan su futuro político los socialistas y sobre todo su líder, Pedro Sánchez, el único candidato que no ha comparecido ante la prensa desde la noche electoral, cuando dijo que quien debía intentar formar gobierno era el PP y que los españoles han votado cambio e izquierda.
Una portavoz del PSOE confirmó el martes que Sánchez no tenía ningún acto público previsto en la agenda, y dijo que el comité federal que estaba previsto para el sábado se celebrará finalmente el lunes, cuando el líder socialista hablará a puerta cerrada ante el resto de dirigentes del partido.
"El PSOE está en una situación estratégica más complicada que el PP. ¿Qué hacer, hacia dónde moverse sobre posibles investiduras? Cualquiera que sea la opción que decida, siempre va a encontrar oposición, sobre todo dentro del partido", dijo Carlos Barrera, profesor de Comunicación Electoral en la Universidad de Navarra, a Reuters.
"El liderazgo de Pedro Sánchez está todavía por consolidar. Estas elecciones eran una prueba de peso y puede verse en riesgo y discutido", añadió.
"NO" A RAJOY, RIESGO CON PODEMOS O NUEVAS ELECCIONES
El PSOE obtuvo 90 escaños de un Congreso de 350 diputados, el peor resultado de su historia, mientras que los populares de Mariano Rajoy lograron 123, el partido antiausteridad Podemos 69 y el centrista Ciudadanos otros 40.
Rajoy reiteró el lunes que intentará repetir mandato pese a haber perdido la mayoría absoluta, y aludió a los socialistas y a Ciudadanos cuando dijo que hablaría con los partidos constitucionalistas para intentar recabar apoyos.
El secretario de Organización del PSOE, César Luena, respondió sin embargo el lunes que el PSOE votaría "no" a una investidura de Rajoy.
"Votar 'no' es lo que tiene que hacer para asegurar sus posibilidades de ser alternativa de Gobierno. De no hacerlo, toda la alternativa quedaría en manos de Podemos y eso significaría una derrota aún más severa", dijo José Ignacio Torreblanca, profesor de Ciencia Política de la UNED, a Reuters.
Según Torreblanca, la gran coalición PP-PSOE sólo podría ser una opción una vez que fracasaran todas las demás, incluyendo unas nuevas elecciones generales.
Deutsche Bank recordó en un análisis postelectoral el ejemplo de Grecia, donde el PASOK acabó convirtiéndose en una formación marginal a costa de Syriza después de aliarse con su tradicional rival de centroderecha, Nueva Democracia, durante la crisis de deuda.
"Con una coalición (con el PP) el PSOE tendría más riesgo de perder votos que volver a elecciones a corto plazo", señaló.
La alternativa de negociar con Podemos no está tampoco exenta de riesgos, y no sólo porque se enfrentaría a oposición interna, sino porque se arriesgarían a ser fagocitados por el partido de Pablo Iglesias y acabar perdiendo la hegemonía de la izquierda.
Iglesias ha planteado además unas líneas rojas casi imposibles de asumir por el PSOE, como un referéndum de autodeterminación en Cataluña que tendría un coste en otras comunidades y al que se oponen con firmeza barones regionales del partido.
"El escenario no está a la vuelta de la esquina porque el objetivo de Podemos es aniquilar al PSOE. Esa coalición no va a funcionar porque Podemos quiere acabar con los socialistas", advirtió Torreblanca.

Mientras los socialistas sopesan sus opciones, la incertidumbre será la tónica dominante en las próximas semanas o incluso meses, con numerosos analistas apostando por nuevas elecciones en 2016 como salida más probable al dilema postelectoral español.

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