En Cataluña, una profunda recesión y los impopulares recortes en el gasto público han avivado el descontento con el Gobierno central. Muchos catalanes creen que estarían mejor si tuvieran más control sobre sus propios impuestos y gastos.
Los catalanes planean unir sus manos en una fila continua desde los Pirineos hasta la frontera con Castellón, en el sur, inspirados en una manifestación en 1989 que ayudó a Estonia, Letonia y Lituania a conseguir la independencia de la Unión Soviética.
"Lo de hoy va a demostrar que hemos llegado a un punto de no retorno", dijo a Reuters Carme Forcadell, la líder de la Asamblea Nacional Catalana, institución que coordina la cadena humana.
Las calles de Barcelona estaban tranquilas a primera hora del miércoles, pero miles de voluntarios de la Asamblea estaban organizando a los manifestantes, que bajo la lluvia se dirigían en sus vehículos hasta las zonas más alejadas para asegurarse de que la cadena no se rompe.
Se ha pedido a cientos de fotógrafos que documenten el enlace poco después de las 5 p.m. hora local y miles de policías desviarán el tráfico por rutas alternativas, lejos de la cadena.
La protesta se celebrará en el día nacional de Cataluña, un año después de las manifestaciones multitudinarias por la Diada intensificaran la reivindicación histórica por una Cataluña independiente.
ELECCIONES PLEBISCITARIAS
En los últimos años, cada vez más catalanes han enarbolado la bandera separatista, y esperan que la demostración de fuerza del miércoles persuadirá al presidente del Gobierno Mariano Rajoy a autorizar un referendo sobre si Cataluña debería separarse de España. Rajoy dice que este tipo de consulta sería inconstitucional.
El respaldo popular a la independencia oscila entre un 30 por ciento y un 50 por ciento en los sondeos de opinión - dependiendo de la pregunta que planteen las encuestadoras - pero una gran mayoría de catalanes quiere que le permitan emitir su voz en un referendo.
El presidente catalán, Artur Mas, ha renovado su petición a Rajoy para que respalde la consulta y ha dicho que utilizará todos los recursos disponibles para asegurarse de que se celebre en 2014.
Mas ha sugerido que podría convocar elecciones anticipadas como un plebiscito sobre la independencia. Pero con Convergència i Unió (CiU) por detrás de los independentistas en las encuestas, ya no puede permitirse el lujo de hacerlo.
Tanto Mas como Rajoy, que en agosto se vieron en secreto, han manifestado recientemente que preferirían la negociación a la confrontación. Pero el acuerdo todavía parece lejano.
"Estamos dialogando con el Gobierno español aunque tengo muchas dudas de que este diálogo fructifique porque la posición del Gobierno es muy cerrada ahora mismo", dijo Mas en un encuentro con periodistas extranjeros el miércoles por la mañana.
Miembros del Partido Popular de Rajoy, hablando en condición de anonimato, dicen que este tiene un margen de maniobra muy limitado ya que cualquier oferta a Cataluña sobre un mejor tratamiento fiscal o más autonomía política probablemente provocaría protestas en otras comunidades.
País Vasco ha visto más silenciado su movimiento nacionalista en los últimos años. Los vascos tienen más libertad que los catalanes para recaudar sus propios impuestos y se están recuperando de décadas de violencia de ETA.
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