El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó el martes al Congreso a aprobar pronto una acción militar estadounidenses contra Siria, mientras Naciones Unidas dijo que dos millones de sirios habían huido de un conflicto que presenta la mayor amenaza a la paz mundial desde la guerra de Vietnam. Con aliados y enemigos sorprendidos en Oriente Próximo por el retraso de un ataque punitivo contra el presidente sirio, Bashar el Asad, hasta que el Congreso estadounidense se reúna y llegue a un acuerdo, Obama habló con líderes legislativos en la Casa Blanca para exhortarlos a tomar una decisión rápida y asegurarles que esto no significaba otra prolongada guerra como en Irak o Afganistán.
"Lo que estamos previendo es algo limitado. Es algo proporcionado. Degradará las capacidades de Asad", dijo Obama.
"Al mismo tiempo, tenemos una estrategia más amplia que nos permitirá mejorar las capacidades de la oposición".
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dijo más tarde que respaldaría la petición de autorización de Obama para una acción militar en Siria.
Por su parte, la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que creía que el Congreso apoyará una resolución autorizando a Obama, al decir que su país debía responder al uso de armas químicas en Siria.
Asad niega haber utilizado el gas letal que mató a cientos de civiles el mes pasado. Sus enemigos quedaron conmocionados por la decisión de Obama el sábado de buscar la aprobación del Congreso antes de tomar una acción que según dice es necesaria para penalizar el uso de armas químicas.
La oposición siria, que el martes dijo que un científico forense había desertado al bando rebelde llevándose pruebas del uso de gas sarín en marzo por parte de las fuerzas de Asad, ha pedido a los aliados occidentales que les envíen armas y usen su poder aéreo para poner fin a una guerra que ha dejado 100.000 muertos y llevado a millones de personas a dejar sus hogares.
La presencia en las filas rebeldes de militantes islámistas, muchos de ellos cercanos a Al Qaeda, preocupa a los líderes occidentales, mientras que al mismo tiempo el indudable coste humano del conflicto ha generado presión por una intervención.
CRISIS DE REFUGIADOS
Después de dos años y medio de guerra, casi uno de cada tres sirios ha dejado su hogar por la violencia y el miedo.
La agencia de refugiados de la ONU, ACNUR, dijo que las personas que han cruzado las fronteras para marcharse de su país se han multiplicado casi por diez en los últimos 12 meses, principalmente hacia Turquía, Irak, Jordania y Líbano, con un promedio diario de casi 5.000 hombres, mujeres y niños.
Esta cifra ha elevado el número de personas que viven en el exterior a más de dos millones y representa un 10 por ciento de la población siria, dijo ACNUR.
Con otros 4,5 millones que se cree han sido desplazados dentro de Siria, el número de personas que vive lejos de su hogar representa un tercio de la población.
Comparado con las cifras del momento más álgido de la crisis de refugiados de Afganistán hace dos décadas, el alto comisionado para los refugiados, António Guterres, dijo: "Siria se ha convertido en la gran tragedia de este siglo, una desgraciada catástrofe humanitaria con sufrimiento y desplazamientos sin igual en la historia reciente".
En referencia a la agudización de la crisis, Guterres dijo: "Lo que es terrible es que el primer millón huyó de Siria en dos años. El segundo millón huyó de Siria en seis meses".
En una rueda de prensa en Ginebra, Guterres dijo que un total de seis millones de personas fueron desplazadas por la guerra.
"En este momento particular, es el mayor número de personas desplazadas en cualquier lugar del mundo. Y si uno mira el pico de la crisis afgana probablemente tenemos números muy similares de personas desplazadas", afirmó.
"Los riesgos para la paz y seguridad global que la crisis siria actual representa, estoy seguro, no son menores de los que hemos visto en otras crisis que hemos tenido desde la guerra de Vietnam", añadió Guterres, exprimer ministro de Portugal.
LANZAMIENTO DE MISILES
Mientras Obama espera que el Congreso regrese de su parón veraniego, lo que parece descartar una acción militar esta semana, las fuerzas israelíes que se entrenan en el Mediterráneo con la Marina estadounidense pusieron los nervios de punta a Damasco el martes, cuando una prueba de misiles desató una alerta de Rusia, aliado de Siria.
Cuando Rusia elevó la alarma el martes por la mañana de que sus fuerzas habían detectado el lanzamiento de dos "objetos" balísticos en el Mediterráneo, la idea de un ataque sorpresa contra Siria generó un aumento del precio del petróleo en los mercados de todo el mundo.
Un responsable de seguridad sirio dijo luego a un canal de televisión libanés que su radar no había detectado amenazas.
La aclaración llegó después de que el Ministerio de Defensa israelí dijo que sus soldados habían disparado, en el momento de la alerta rusa, un misil que es usado como un blanco para un sistema de defensa antimisiles durante un ejercicio con fuerzas estadounidenses.
El temor reflejó el nerviosismo existente dentro de Siria y en el extranjero desde que los líderes occidentales prometieron un castigo por el uso de armas químicas.
Reino Unido ha descartado los planes de ataque desde que su Parlamento rechazó una propuesta del primer ministro David Cameron, pero Francia, la otra potencia militar de Europa, está coordinando una posible acción junto con el Pentágono.
El presidente francés, François Hollande, ha resistido las peticiones de la oposición para someter cualquier decisión sobre ir a la guerra al Parlamento.
Sin embargo, el mandatario socialista dijo el martes que no habrá un ataque francés si el Congreso de Estados Unidos no apoya a Obama.
BEIRUT (Reuters) -/ Por Yara Bayoumy y Erika Solomon/
"Lo que estamos previendo es algo limitado. Es algo proporcionado. Degradará las capacidades de Asad", dijo Obama.
"Al mismo tiempo, tenemos una estrategia más amplia que nos permitirá mejorar las capacidades de la oposición".
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dijo más tarde que respaldaría la petición de autorización de Obama para una acción militar en Siria.
Por su parte, la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que creía que el Congreso apoyará una resolución autorizando a Obama, al decir que su país debía responder al uso de armas químicas en Siria.
Asad niega haber utilizado el gas letal que mató a cientos de civiles el mes pasado. Sus enemigos quedaron conmocionados por la decisión de Obama el sábado de buscar la aprobación del Congreso antes de tomar una acción que según dice es necesaria para penalizar el uso de armas químicas.
La oposición siria, que el martes dijo que un científico forense había desertado al bando rebelde llevándose pruebas del uso de gas sarín en marzo por parte de las fuerzas de Asad, ha pedido a los aliados occidentales que les envíen armas y usen su poder aéreo para poner fin a una guerra que ha dejado 100.000 muertos y llevado a millones de personas a dejar sus hogares.
La presencia en las filas rebeldes de militantes islámistas, muchos de ellos cercanos a Al Qaeda, preocupa a los líderes occidentales, mientras que al mismo tiempo el indudable coste humano del conflicto ha generado presión por una intervención.
CRISIS DE REFUGIADOS
Después de dos años y medio de guerra, casi uno de cada tres sirios ha dejado su hogar por la violencia y el miedo.
La agencia de refugiados de la ONU, ACNUR, dijo que las personas que han cruzado las fronteras para marcharse de su país se han multiplicado casi por diez en los últimos 12 meses, principalmente hacia Turquía, Irak, Jordania y Líbano, con un promedio diario de casi 5.000 hombres, mujeres y niños.
Esta cifra ha elevado el número de personas que viven en el exterior a más de dos millones y representa un 10 por ciento de la población siria, dijo ACNUR.
Con otros 4,5 millones que se cree han sido desplazados dentro de Siria, el número de personas que vive lejos de su hogar representa un tercio de la población.
Comparado con las cifras del momento más álgido de la crisis de refugiados de Afganistán hace dos décadas, el alto comisionado para los refugiados, António Guterres, dijo: "Siria se ha convertido en la gran tragedia de este siglo, una desgraciada catástrofe humanitaria con sufrimiento y desplazamientos sin igual en la historia reciente".
En referencia a la agudización de la crisis, Guterres dijo: "Lo que es terrible es que el primer millón huyó de Siria en dos años. El segundo millón huyó de Siria en seis meses".
En una rueda de prensa en Ginebra, Guterres dijo que un total de seis millones de personas fueron desplazadas por la guerra.
"En este momento particular, es el mayor número de personas desplazadas en cualquier lugar del mundo. Y si uno mira el pico de la crisis afgana probablemente tenemos números muy similares de personas desplazadas", afirmó.
"Los riesgos para la paz y seguridad global que la crisis siria actual representa, estoy seguro, no son menores de los que hemos visto en otras crisis que hemos tenido desde la guerra de Vietnam", añadió Guterres, exprimer ministro de Portugal.
LANZAMIENTO DE MISILES
Mientras Obama espera que el Congreso regrese de su parón veraniego, lo que parece descartar una acción militar esta semana, las fuerzas israelíes que se entrenan en el Mediterráneo con la Marina estadounidense pusieron los nervios de punta a Damasco el martes, cuando una prueba de misiles desató una alerta de Rusia, aliado de Siria.
Cuando Rusia elevó la alarma el martes por la mañana de que sus fuerzas habían detectado el lanzamiento de dos "objetos" balísticos en el Mediterráneo, la idea de un ataque sorpresa contra Siria generó un aumento del precio del petróleo en los mercados de todo el mundo.
Un responsable de seguridad sirio dijo luego a un canal de televisión libanés que su radar no había detectado amenazas.
La aclaración llegó después de que el Ministerio de Defensa israelí dijo que sus soldados habían disparado, en el momento de la alerta rusa, un misil que es usado como un blanco para un sistema de defensa antimisiles durante un ejercicio con fuerzas estadounidenses.
El temor reflejó el nerviosismo existente dentro de Siria y en el extranjero desde que los líderes occidentales prometieron un castigo por el uso de armas químicas.
Reino Unido ha descartado los planes de ataque desde que su Parlamento rechazó una propuesta del primer ministro David Cameron, pero Francia, la otra potencia militar de Europa, está coordinando una posible acción junto con el Pentágono.
El presidente francés, François Hollande, ha resistido las peticiones de la oposición para someter cualquier decisión sobre ir a la guerra al Parlamento.
Sin embargo, el mandatario socialista dijo el martes que no habrá un ataque francés si el Congreso de Estados Unidos no apoya a Obama.
BEIRUT (Reuters) -/ Por Yara Bayoumy y Erika Solomon/
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