MADRID (Reuters) - Tres activistas del grupo feminista Femen con el torso desnudo interrumpieron el miércoles la sesión de control en el Congreso español durante la intervención del ministro de Justicia, al grito de "el aborto es sagrado".
Las tres mujeres pertenecientes al grupo ucraniano - dos de nacionalidad francesa y una española, según fuentes del Congreso - estallaron en gritos desde la tribuna de invitados cuando el ministro Alberto Ruiz-Gallardón comenzaba un turno de réplica.
El grupo reivindicó el acto en su página web, donde criticó el plan de reforma del Gobierno conservador del Partido Popular de la actual ley del aborto, que plantea endurecer los supuestos para la interrupción voluntaria del embarazo.
"'¡Sal de mi vagina!', este mensaje se envió a los políticos en España y, en particular, al ministro de Justicia (...), que es el principal activista de la ley que prohíbe el aborto", dijo Femen en su página web.
La interrupción causó un gran estupor en el Congreso, mientras las tres activistas, que llevaban escrito en el torso desnudo el mensaje "el aborto es sagrado" gritaban y se resistían a ser desalojadas de la tribuna de invitados por los ujieres.
"El motivo de nuestra protesta hoy es mostrar nuestro desacuerdo con la reforma que tiene prevista hacer el ministro Gallardón en los próximos meses en cuanto al aborto, porque no creemos que personas que quieran imponer su moral cristiana sobre los cuerpos de las mujeres tengan que estar en política y se atrevan a ir contra nuestros derechos", dijo a la Cadena Ser Lara Alcázar, una de las tres activistas que protagonizó la protestas en el Congreso.
El ministro de Justicia, que en la sesión del miércoles no abordó el asunto del aborto y respondía a una pregunta sobre inmigración, criticó los aplausos que algunos diputados de Izquierda Unida dieron a las tres activistas.
EL PRIMERO DE UNA SERIE DE PROTESTAS
Femen afirmó en su página web que al acto de protesta de hoy era el primero de una campaña del grupo contra el plan de reforma de la ley del aborto en España.
"Las instituciones católicas en colaboración con el Gobierno intentan imponer las normas de la 'santidad' en la vida diaria de las mujeres españolas y quieren tener el control total sobre su cuerpo", dijo Femen.
Tras el desalojo, las tres mujeres pasaron a disposición de la comisaría del Congreso y después fueron trasladadas a una comisaría especializada en Moratalaz (Madrid), según declaró el presidente de la cámara baja, Jesús Posada, a periodistas en los pasillos del Parlamento.
El artículo 494 del Código Penal español contempla penas de prisión de seis meses a un año y multas de 12 a 24 meses para quienes promuevan manifestaciones ante las sedes del Congreso, del Senado o de una Asamblea Legislativa, "alterando" su normal funcionamiento.
"Ha interrumpido la labor de la cámara durante unos minutos pero no la ha afectado. Hemos continuado con las preguntas exactamente igual que estábamos antes. La vida política parlamentaria no se ha visto afectada", agregó Posada.
Sin embargo, Alcázar, que indicó que ella había quedado en libertad con cargos pero sus compañeras tendrán que pasar por el juzgado, explicó que no tenían intención de perturbar el funcionamiento de la sede parlamentaria, sino simplemente expresar su desacuerdo con el Gobierno.
Femen ha protagonizado protestas en toda Europa, la mayor parte de ellas contra la detención en Rusia de las integrantes del grupo musical Pussy Riot el año pasado.
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