(Reuters) - Naciones Unidas exigió el miércoles al Vaticano que "retire inmediatamente" a todos los religiosos que se sabe o se sospecha que abusaron de menores y los entregue a las autoridades civiles, en un informe con unas críticas sin precedentes.
El texto recogió que la Santa Sede debía entregar una serie de pruebas sobre los abusos contra decenas de miles de niños, y tomar medidas para impedir que se repitan casos como el de las lavanderías de la Magdalena en Irlanda, donde las niñas se vieron forzadas a trabajar en instituciones gestionadas por la Iglesia.
El Vaticano respondió rápidamente, afirmando que la Iglesia estaba comprometida a "defender y proteger los derechos de los niños" y prometiendo examinar ampliamente el informe de la ONU.
El informe excepcionalmente crudo, la crítica más profunda de la ONU a la jerarquía de la Iglesia católica, llega después de que funcionarios del Vaticano fueran duramente cuestionados el mes pasado por las dimensiones de la crisis de los abusos.
"El Comité está seriamente preocupado porque la Santa Sede no haya reconocido las dimensiones de los delitos cometidos, no haya tomado las medidas necesarias para responder a los casos de abusos sexuales de niños y para proteger a los niños, y ha adoptado políticas y prácticas que llevaron a la continuación de los abusos y a la impunidad de los perpetradores", dijo el informe.
Instó al Vaticano a "retirar de inmediato a todos los agresores conocidos y sospechosos de su destino y llevar la cuestión a las autoridades de aplicación de la ley para que investigue".
El papa Francisco ha calificado los abusos sexuales a niños de "vergüenza de la Iglesia" y ha prometido continuar con los procedimientos puestos en marcha por su predecesor, Benedicto XVI.
El informe dijo que la comisión creada en diciembre por el papa Francisco debe investigar todos los casos de abusos sexuales de niños, "además de la conducta de la jerarquía católica al afrontarlos", dijo la ONU.
CÓDIGO DE SILENCIO
"Debido a un código de silencio impuesto a todos los miembros del clero bajo pena de excomunión, los casos de abusos sexuales de menores rara vez han sido llevados a las autoridades en los países donde ocurrieron ese tipo de delitos", dijo el Comité de la ONU.
Barbara Blaine, de la Red de Supervivientes de los Abusos de Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), dijo que el informe era una "llamada para tomar conciencia".
"Por la seguridad de los niños, esperamos que cada jefe de Estado del planeta lea esto y actúe en consecuencia", dijo.
En una sesión pública el mes pasado, el comité pidió a los delegados del Vaticano que revelaran el alcance total de décadas de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes católicos.
La delegación de la Santa Sede, en respuesta a preguntas de un comité de derechos internacional por primera vez desde que surgieron los escándalos hace más de dos décadas, negó las acusaciones de que hubiera un encubrimiento del Vaticano y dijo que habían establecido guías claras para proteger a los niños de los sacerdotes agresores.
La ONU pidió una investigación interna sobre las lavanderías de la Magdalena y otras instituciones similares, para que los responsables puedan ser procesados y una "compensación total sea pagada a las víctimas y sus familias".
El texto añadió que los sacerdotes que habían dejado embarazadas a sus víctimas debían hacerse cargo de la manutención y cuidado de los hijos.
"Esperamos que la Santa Sede (y el Papa) siga estas recomendaciones (..) para proteger a las víctimas y darles una compensación", dijo Kirsten Sandberg, participante del comité, en rueda de prensa en Ginebra.
Otras partes del informe también reprocharon al Vaticano su oposición a la actividad homosexual, a los anticonceptivos y al aborto.
En su comunicado, el Vaticano dijo que esto interfería en las enseñanzas morales del catolicismo.
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