La decisión de Microsoft, anunciada en su conferencia anual de desarrolladores en San Francisco, pretende ampliar la base de usuarios de su versión de Windows para móviles, con la esperanza de que más clientes utilicen los servicios en la nube de Microsoft, como Skype y Office.
Hasta ahora, Microsoft ha cobrado a los fabricantes de teléfonos y tabletas por usar versiones de sus sistemas de Windows en los dispositivos, como ha hecho con éxito durante muchos años con Windows para ordenadores personales. Los fabricantes de hardware compensan ese coste en el precio de venta de cada dispositivo.
Este modelo se ha visto desafiado en los últimos años por el sistema gratuito Android de Google para teléfonos y tabletas, por lo que ha sido adoptado por los fabricantes de 'hardware'. El año pasado, el 75 por ciento de los teléfonos avanzados vendidos llevaban este sistema.
En cambio, los teléfonos con el de Windows han tenido muy buenas críticas pero sólo supusieron un 3 por ciento del mercado global de 'smartphones' del año pasado. Windows también tiene solo un 2 por ciento del mercado de tabletas, según la firma de investigación Gartner.
El anuncio se produce una semana después de que el nuevo consejero delegado de Microsoft, Satya Nadella, revelara nuevas versiones de las aplicaciones de Word, PowerPoint y Excel para el iPad de Apple.
La decisión muestra que Microsoft está más interesado en ganar cuota de mercado para sus servicios en la nube en cualquier plataforma o dispositivo, en vez de en su enfoque tradicional de poner a Windows en el centro de su estrategia.
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