MADRID (Reuters) - La expiloto española María de Villota, una de las pocas mujeres que estuvo cerca de competir en la Fórmula Uno, fue encontrada muerta el viernes en la habitación de un hotel de Sevilla, informaron los servicios de emergencia y la familia.
De Villota había perdido el ojo derecho y se fracturó el cráneo en un horrible accidente en el aeródromo de Duxford, en el este de Inglaterra, en julio del año pasado.
La piloto de 33 años falleció probablemente de causas naturales, dijo una portavoz policial, que añadió que la investigación estaba abierta.
"Se presume que es muerte natural, pero no puedo confirmar nada", dijo una portavoz policial a Reuters por teléfono.
Su cadáver se halló por la mañana en el hotel Sevilla Congresos de la capital andaluza, donde se encontraba para participar en un ciclo de conferencias.
Los servicios de emergencia recibieron una llamada desde el hotel a las 07:50 horas del viernes, desplazándose luego hasta allí miembros de la policía científica, de homicidios y los forenses.
Aunque De Villota se recuperó de las gravísimas heridas sufridas en el accidente, tuvo que dejar de competir y se convirtió en un personaje inspirador para otras mujeres aspirantes a pilotos. La noticia del fallecimiento conmocionó a España y al deporte español.
"No sé muy bien que decir... Rezar por ella y por su familia y por toda la familia del motor, era muy querida por todo el mundo", dijo a la Cadena Ser el piloto español de Fórmula Uno 1 Fernando Alonso desde el circuito de Suzuka, en Japón.
"Queridos amigos: María se nos ha ido. Tenía que ir al cielo como todos los ángeles. Doy gracias a Dios por el año y medio de más que la dejó entre nosotros. Fdo. Familia Villota", colgó la familia de la expiloto en su página en Facebook.
La hija del piloto de F-1 Emilio de Villota había sido elegida piloto de pruebas de la escudería anglo-rusa Marussia unos pocos meses antes del accidente, aunque no llegó a participar en una prueba general con otros pilotos.
LO MEJOR POR VIVIR
El accidente ocurrió después de haber completado una prueba y cuando regresaba a la zona de los mecánicos. De repente, el coche aceleró y chocó con la parte de atrás de un camión del equipo que estaba aparcado y contra el que impactó a la altura del casco.
Fue trasladada al hospital Addenbrooke de Cambridge, donde fue sometida a una operación de emergencia que comenzó un martes por la tarde y se prolongó hasta el día siguiente por la mañana.
En su primera comparecencia tras el accidente, en octubre del año pasado, De Villota, que hace tres meses se casó con su entrenador personal Rodrigo García Millán, dijo que aún le quedaba lo mejor de la vida por vivir.
Con un parche sobre la cuenca del ojo y el pelo muy corto y teñido de rubio, agradeció todo el apoyo recibido y dijo creer que tenía "una nueva oportunidad para vivir al cien por cien".
Quería seguir vinculada a la Fórmula Uno y ser un modelo para las aspirantes a pilotos.
"Tengo el deporte del motor en mi ADN y de ningún modo me voy a alejar de ese mundo", aseguró. "Quiero seguir luchando porque creo totalmente en que la mujer puede ser parte de las carreras del motor".
El próximo lunes pensaba presentar en Madrid su libro "La vida es un regalo".
"Es el testimonio conmovedor y apasionante de una mujer que no ha renunciado a seguir pilotando con mano firme su propia vida", dice la contraportada del libro que publica Plataforma Editorial.
Solo un puñado de mujeres han conducido monoplazas de Fórmula Uno en la última década, y ninguna ha llegado a competir.
"Era una dama increíble, no importa lo que hiciera en la pista. Era un carácter increíble", afirmó Susie Wolff, piloto de desarrollo de Williams, que hizo una prueba para esta escudería en julio y conocía bien a De Villota.
"Tenía tantas ganas de vivir, estaba tan contenta de estar viva y de haber sobrevivido, y tenía tantos planes para el futuro", dijo a Reuters desde Suzuka.
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