MADRID (Reuters) - El juez que instruye el caso Gürtel, uno de los principales escándalos de corrupción registrados en España en la última década, llamó el martes a declarar a los presuntos cabecillas de una red que pagaba supuestamente a políticos a cambio de favores empresariales, según el auto judicial.
El ministerio público quiere darles la oportunidad de explicarse después de que unos informes policiales en España y otros en el extranjero vinieran a corroborar los delitos contra la Administración que se les imputaron en 2009, según el auto.
Los cabecillas de Gürtel están acusados de cohecho, prevaricación, malversación, fraude a la administración pública, delitos contra la Hacienda Pública, falsedad y blanqueo de capitales por sus actividades, llevadas a cabo principalmente en Madrid y Castilla y León.
"Desde al menos el año 2000 hasta febrero de 2009, Francisco Correa Sánchez, auxiliado por otros imputados y desde 2002 por Pablo Crespo Sabarís, habría liderado un entramado societario dirigido a obtener irregularmente adjudicaciones públicas -bien para sus empresas bien para terceros- mediante la entrega de dádivas a funcionarios y autoridades con competencia o influencia en esas contrataciones", señala el auto.
El escrito apunta a Correa -que salió en libertad bajo fianza el año pasado- no sólo como líder de la trama, sino también como presunto colaborador para la ocultación de los fondos percibidos por los cargos públicos a los que pagaba, según el texto.
La trama de corrupción Gürtel, destapada en 2009, ha salpicado a varios cargos del Partido Popular, principalmente a su extesorero Luis Bárcenas, actualmente en prisión por este caso.
Tras ser acusado por Gürtel, Bárcenas ha admitido ser el autor de una supuesta contabilidad secreta del PP - los "papeles de Bárcenas" - que, según él, refleja el pago de cuantiosas sumas a dirigentes de la cúpula de la formación de centroderecha, incluido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Estas acusaciones han sido negadas por Rajoy.
Estos escándalos han supuesto un duro revés para la imagen del PP y han provocado la indignación de los españoles ante los numerosos casos de corrupción mientras ellos sufren las duras medidas de austeridad aplicadas por el Gobierno para reducir el elevado déficit público y tratar de salir de una profunda crisis.
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