MADRID (Reuters) - España recuerda el martes a las víctimas de los peores atentados de su historia, en los que hace diez años murieron 191 personas y más de 1.800 resultaron heridas, muchas de las cuales siguen sufriendo secuelas en la actualidad.
Una década después, 117 de los heridos padecen incapacidades graves, según datos del Ministerio del Interior, y muchos otros están en tratamiento psicológico, sufren depresión, ansiedad o insomnio.
El 11 de marzo de 2004, diez mochilas bomba activadas a través de teléfonos móviles estallaron en plena hora punta en cuatro trenes de Cercanías en las estaciones de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, en Madrid. La mayoría de los fallecidos y heridos eran personas de clase media trabajadora que acudían a sus lugares de trabajo y estudio.
"Diez años dan para mucho, te dan para reír, para llorar, para viajar, para trabajar, pero siempre lógicamente recordando a Daniel, a cualquier sitio al que vayas (..) son recuerdos que cada día afloran", dijo a Reuters Televisión Eulogio Paz, cuyo hijo de 20 años murió en uno de los trenes.
Las imágenes de uno de los vagones destrozado y con dos enormes agujeros causados por las explosiones dieron la vuelta al mundo y conmocionaron a un país acostumbrado a los atentados de ETA pero que nunca había sufrido ataques de esta proporción.
El Gobierno de José María Aznar apuntó en las primeras horas a la banda armada como autora de las bombas, pero pocas horas antes de las elecciones se encontró un vídeo en el que una célula islamista se adjudicaba los atentados en respuesta a la participación española en la guerra de Irak.
Cuatro de esos yihadistas se inmolaron en abril de 2004 en Leganés (Madrid) al verse rodeados por el Grupo Especial de Operaciones (GEO), uno de cuyos agentes murió por la explosión, siendo considerada la víctima número 192 del 11-M.
Tras las detenciones, el país celebró en 2007 un macrojuicio que duró ocho meses y sentó en el banquillo a 29 procesados, 19 de los cuales fueron condenados. Sin embargo, no pudo establecer quién fue el autor intelectual ni quién dio la orden de ejecutar los atentados.
"¿Son todos los que están? ¿Están todos los que son? Probablemente, no lo sabremos nunca", dijo el presidente del tribunal del juicio del 11-M, Javier Gómez Bermúdez, en una entrevista con el diario El Mundo publicada la semana pasada.
"Honestamente, yo creo que fue un atentado no inspirado directamente por Al Qaeda, pero sí por el 'alqaedismo'. Probablemente algún yihadista destacado que no estuvo al alcance de la Justicia fue el que dio la idea de cómo ejecutar", agregó.
Entre los principales acusados, Jamal Zougam recibió una pena de casi 43.000 años de cárcel y fue condenado como autor material. También fue el único condenado por colocar las bombas en los trenes. Lleva 10 años en prisión y le restan otros 30 de pena.
Los mismos años le faltan por cumplir a Otman el Gnaoui, otro condenado como autor material, aunque en este caso no se probó que estuviera en los trenes.
Rafa Zouhier, de nacionalidad marroquí y que fue condenado como intermediario en el tráfico de los explosivos utilizados en los atentados, saldrá en libertad el 16 de marzo, después de una década en prisión.
Cuatro de los condenados ya han quedado en libertad. Dos de ellos habían sido encarcelados por tráfico de explosivos y los otros dos por falsedad documental.
"Lo que siempre podremos pensar, y es lícito, es que alguien les tuvo que dar la idea. No sabemos quién, pero es que eso queda extramuros del proceso penal", señaló Gómez Bermúdez.
HOMENAJES
Los Reyes de España presidieron el martes por la mañana un funeral de Estado en la catedral madrileña de La Almudena, que fue oficiado por el cardenal Antonio María Rouco Varela. A él acudieron también la princesa Leticia, la infanta Elena y representantes de las víctimas, así como el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y diversas autoridades.
A las 12:00 horas y en un acto convocado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) se guardará un minuto de silencio y habrá una ofrenda floral junto al Bosque del Recuerdo, levantado en homenaje a los fallecidos en el parque del Retiro, desde donde se lanzarán 191 globos. A las 13:30 horas un recorrido visitará los distintos escenarios de los atentados.
El lunes, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, otorgó 365 condecoraciones a víctimas en un acto en el que elogió la unidad y solidaridad mostrada hace diez años por el pueblo español y la profesionalidad de los servicios de emergencia.
"Todos íbamos en esos trenes", dijo el ministro.
Entre los fallecidos había gente de 17 nacionalidades y la mayoría de ellos, un 78 por ciento, tenían entre 36 y 65 años, según datos del Ministerio del Interior, que informó de que dedicado 318,2 millones de euros en ayudas para las víctimas.
Los peores atentados de la historia de España provocaron una conmoción que llegó también al nivel político. El Partido Popular, entonces en el Gobierno y que según todas las encuestas se perfilaba como ganador de las elecciones, perdió ante el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero.
Según los analistas, la ciudadanía no perdonó que el Gobierno insistiera en que la autoría del atentado fue obra de ETA cuando ya había indicios que apuntaban en la dirección de la pista islamista, y muchos culparon indirectamente como causa a la presencia de tropas españolas en la guerra de Irak, una decisión defendida por el entonces presidente Aznar pese al enorme rechazo popular.
"Fue una reacción política en soledad e intentaron que esa interpretación política se mantuviera hasta que los hechos se la destrozaron", dijo Rodríguez Zapatero en una entrevista con El Mundo, acerca de la insistencia del Gobierno en la hipótesis de ETA.
AMENAZA YIHADISTA
En la actualidad, los expertos no subestiman el riesgo que supone la amenaza yihadista en España y Europa. Desde los atentados del 11-M y los de Londres en 2005, Europa ha sufrido varios ataques a menor escala de islamistas independientes.
Desde abril de 2008 han sido detenidos en España un total de 111 "terroristas islamistas", según el Ministerio del Interior, mientras que entre 2004 y 2008 se detuvo a 319.
Algunos de los detenidos en España responden al llamado perfil de "lobo solitario" que actúan de forma independiente, mientras que otro de los riesgos radica en los movimientos encargados de la formación de combatientes para enviarlos a zonas en conflicto como Siria.
En junio del año pasado la Policía Nacional y la Guardia Civil desmantelaron en Ceuta una red que captaba y enviaba combatientes a Siria.
"Trabajaremos para que nunca vuelva a ocurrir una masacre como aquella", dijo el lunes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ante el Comité Ejecutivo Nacional de su partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario