"Fijamos un tipo del 0,3 por mil en el tratamiento fiscal de los depósitos bancarios en todo el territorio español", dijo Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Con la nueva tasa, el Estado podría recaudar en torno a unos 400 millones de euros -- sobre una base de depósitos de residentes en España de 1,4 billones de euros -- con este impuesto que posteriormente transfiere íntegramente a las comunidades autónomas.El Ministerio de Hacienda creó este impuesto estatal en 2012 con el objetivo declarado de proteger la unidad del mercado bancario interior después de que varias autonomías legislaran por su cuenta en este ámbito.
El tributo entró en vigor en enero de 2013 con un tipo cero sin que el Ejecutivo descartara la posibilidad de elevarlo posteriormente, como finalmente ha hecho.
En principio, este nuevo impuesto no tiene un fin recaudatorio sino únicamente compensatorio, ya que la ley de financiación autonómica obliga a resarcir a las comunidades autónomas que lo tenían y cuya vigencia quedó anulada a partir de la existencia del impuesto estatal.
Las tres comunidades a compensar son Andalucía, Canarias y Extremadura, que son las que lo tenían vigente antes del 1 de diciembre de 2012. Con posterioridad lo implantaron Cataluña y Asturias.
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