MADRID (Reuters) -V-14-02-2015 El Índice de los Precios de Consumo (IPC) español registró su séptima caída consecutiva en enero, experimentando el mayor descenso desde hace cinco años y medio por el descenso de los costes de la energía al transporte, una baza que el Gobierno espera utilizar para dar un impulso a la economía.
El dato es ligeramente menos negativo que en el cálculo del indicador adelantado publicado a finales de enero, que situaba la caída en el 1,4 por ciento, y aumenta en tres décimas la caída frente al 1,0 por ciento de diciembre.
Se trata de la caída internanual más pronunciada desde julio de 2009.
En términos mensuales también se agravó la caída, ya que el IPC cayó un 1,6 por ciento en enero, frente al 1,7 por ciento de caída previsto por los analistas y un descenso del 0,6 por ciento en diciembre.
No obstante, en términos subyacentes (sin alimentos y productos energéticos, considerados muy volátiles), el IPC subió dos décimas al 0,2 por ciento anual en enero frente al 0,0 por ciento de diciembre.
Víctor Echevarría, economista de AFI, dijo que las cifras anunciadas el viernes fueron buenas e incluso mejores que sus previsiones
"Se empieza a ver una recuperación en servicios (en los precios) y en la inflación subyacente, que es un mejor reflejo de la demanda doméstica", indicó.
Por su parte, la inflación armonizada (IPCA) con la UE bajó a una tasa interanual del -1,5 por ciento interanual en enero (en línea con lo que anticipaban de media los economistas consultados por Reuters y con el dato adelantado) y frente a una tasa del -1,1 por ciento en diciembre.
El descenso de la inflación armonizada es el mayor desde que España entró en la Unión Económica y Monetaria (UEM) en 1999.
En términos mensuales, el IPC armonizado cayó un 2,2 por ciento, en consonancia con lo esperado por los analistas.
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