Las autoridades rusas han presentado cargos por vandalismo contra cuatro de los treinta activistas del 'Arctic Sunrise', el buque de Greenpeace que fue apresado el pasado 18 de septiembre durante las protestas contra una plataforma petrolífera de la estatal Gazprom, a la que algunos intentaron escalar.
Según informa la agencia rusa de noticias RIA Novosti, los activistas británicos Frank Hewetson, Iain Rogers y Kieron Bryan, junto con el neozelandés Jonathan Beauchamp, han sido acusados formalmente este lunes de vandalismo, lo que puede acarrear una pena de hasta siete años de prisión.
La semana pasada, un tribunal de Murmansk --localidad del norte del país en la que se encuentran los detenidos-- rechazó todas las peticiones de libertad provisional o arresto domiciliario de los treinta activistas, remitiéndoles a la custodia en espera de una audiencia el próximo 24 de noviembre.
Esta noticia llega una semana después de que las autoridades rusas retirasen los cargos de piratería --con hasta 15 años de prisión-- contra los treinta activistas y los sustituyesen por el cargo menos grave de vandalismo.
En cualquier caso, el comité advirtió de que la investigación seguía su curso y de que podría presentar nuevos cargos contra algunos de los activistas, incluido el uso de fuerza contra representantes del Estado.
Greenpeace afirmó entonces que la protesta era pacífica y ha tildado de "ilegales" y "absurdos" los cargos de piratería de los que fueron acusados sus integrantes en un principio. Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha reconocido que los activistas no son piratas pero ha recordado que han violado la legislación internacional.
Según una encuesta publicada el lunes por el respetado encuestador CRIOP estatal, sólo el 20 por ciento de los rusos cree que la protesta de Greenpeace fue en realidad en defensa del medio ambiente, mientras que el 42 por ciento defiende que se trata de una conspiración para quitar al país recursos naturales valiosos.
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